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En el Montreux Jazz, el príncipe del reggaetón, J Balvin, hace vibrar al público, pero no le hace zozobrar

J Balvin en su arena de pop latino. ©Lionel Flusin
Le Temps 06.07.2025. Nota (en francés) de Virginie Nussbaum.
El rey colombiano del renacimiento del reggaetón, que ha llevado a las más altas esferas del pop, calentó el Lake Stage en la segunda noche del festival. Fue un festival de ritmos implacables, aunque al conjunto le faltara un poco de chispa.
Tras una noche inaugural el viernes en la que actuó Quincy Jones, el icono del Montreux Jazz fallecido el año pasado, el festival dio la bienvenida el sábado por la noche a otro tipo de embajador: J Balvin, un cantante totalmente entregado a cierta escena latino-urbana: el reggaetón. Mientras el sol se ponía frente a la Scène du Lac, donde ofrecía su único concierto suizo del verano, una sala abarrotada le esperaba para saludarle.
Mientras el mundo parece tener ojos (y arroyos) sólo para Bad Bunny en estos días, José Alvaro Osorio Balvin se adelantó mucho a su tiempo en esta fiebre, nacida entre Panamá y Puerto Rico a finales de los años ochenta. Era una banda sonora sudorosa y suave, llena de cadencias sincopadas e inquietantes que artistas como Daddy Yankee y Don Omar ayudaron a exportar en los albores del milenio. Su epicentro estaba lejos de Medellín, la cuna de J Balvin. → Le Temps …
