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Un logro estético y una crítica social impresionante
A propósito de Te prometo anarquía de Julio Hernández Cordón (México)
— Nota y breve entrevista a J. Hernández Cordón por Luis Vélez-Serrano de ©PuntoLatino, Locarno 9 de agosto 2015 —
Filme pasado en el Festival Internacional de cine de Locarno 2015, «Pantalla Latina» 2015 de San Gallen y en el Festival «Filmar en América Latina» 2015 de Ginebra
El público termina cautivado por dos jóvenes «delincuentes»
El mundo narrado en la película es una historia de amor entre hombres. Pero no solo de amor vive el hombre. La historia de amor es el cuadro y lo que llena el cuadro es el de qué viven y en el qué aspiran…, qué hacen. Fuera de la historia de amor entre hombres, es decir homosexual, entre dos muchachos muy jóvenes Miguel y Johnny, todas las actividades que estos dos personajes realizan están fuera de la ley cuando no contra la misma, la actividad que desarrollan para ganarse la vida es la venta ilegal de sangre (vía mercado negro) a hospitales y ambulancias. De otra parte, la actividad que les apasiona para divertirse, son las patinetas, actividad que está fuera de toda regla y es la otra parte de su mundo, de un mundo que a pesar de ser caótico, les da la sensación de libertad. Con las patinetas se meten por carreteras, pasos a desnivel y a nivel, hacen piruetas, amén de acortar distancias, etc. Es significativa la escena en la que Johnny patina completamente desnudo junto a su novia, con el mismo que placer que un nudista en la playa. Cuando ven desaparecer una cincuentena de personas conocidas, no piensan en avisar a la policía ni en un juez, sino en la justicia por sus propias manos … la atmósfera es anárquica y sin embargo, simpática.
«Casi medio México es narco»
Tienen, como dijimos, el negocio de vender su sangre y la de otros individuos al mercado negro para sobrevivir en un mundillo marginal, y en eso, se les presenta la oportunidad de un «gran negocio»: les pagarán el triple por sangre para un hospital o banco de sangre de narcotraficantes. En un atisbo de conciencia, Miguel pregunta a Johnny si ve algún problema en ayudar a los narcos vendiéndoles sangre, Johnny pregunta el precio y responde que no ve ningún problema. Miguel se consuela pensando en voz alta: «Casi medio México es narco» …
Así sus proyectos narrativos son: comercio ilegal con sangre en el mercado negro, comercio «doblemente» ilegal a favor de los narcos por un precio muy alto en relación al del mercado, y, finalmente, no dejar las patinetas sino para dormir mientras continúa su historia de amor. El lenguaje que utilizan es propio de esos medios, para dejarse sacar sangre dicen «ordeñar», los donantes o vendedores son «vacas», etc. Como si fuera poco, Miguel tiene su collar con dentadura vampiresca, ¿operación «marketing»?
Uno de los logros del filme es que sus protagonistas, dos jóvenes fanáticos de la patineta, Miguel (Diego Calva) y Johnny (Eduardo Martínez) caen simpáticos al público desde el primer momento. No sólo es la excelente actuación de dos muchachos que hacen de gays sin serlo, sino algo que a pesar de su «delincuencia» casi cotidiana, tienen un cierto candor de jóvenes sanos: que aman, que disfrutan de su libertad, que se acercan a la gente con cierta inocencia, que dan testimonio de sentimientos de solidaridad, que sienten cierto amor por sus amigos a los que explotan, y que no encierran sentimientos perversos. El propio director Julio Hernández nos lo dijo en la conferencia de prensa que esos sus personajes son algo naifs. Y, Diego (Miguel en el filme) dijo que su personaje «se mete en pedos por meterse en pedos», ya que no necesita hacerlo por ser de una familia acomodada.
¿Por qué anarquía? – «Es un título con corazón e imán»
Me permití participar en la ronda de preguntas en la conferencia de prensa en Locarno (09.08.15.) inquiriendo sobre el título: ¿Por qué anarquía? quizá porque todo el mundo narrado está contra o fuera de la ley, supuse. Pero tampoco aparecen representantes de la ley, como jueces, policías u otras autoridades. De otra parte, «Anarquía» deja también avisorar atisbos de rebeldía y libertad. El director Hernández me respondió que hoy por hoy, las patinetas son los modernos «punks», «punks» que disfrutan de su libertad yendo y viniendo, evolucionando con sus acrobacias que rompen las reglas pasando por donde se les antoja … Subrayó que las patinetas no son un deporte competitivo y además es un deporte solidario. Y, en efecto, recordando la película se ve a Miguel regalar su patineta a un compañero muy pobre, anémico de tanto vender sangre para sobrevivir; tanto Miguel como Johnny se interesan por la salud de «Techno» [ ↑ foto], este es el nombre del adolescente que sufre desmayos periódicos por su anemia.
Ashauri un poeta muy joven, pero ya mítico
Los «patinetos» tienen toda una «cultura», no sólo se aprecia la música, en varios ritmos en el filme, sino también, la poesía. Aparece en una secuencia Ashauri López [← foto], joven poeta mexicano, que recita su «Balada del ahora», una especie de símbolo de su generación. Hernández nos dijo que es una especie de homenaje. Es tan popular Ashauri en las redes sociales, que según nos contaba Diego Calva -que por añadidura es amigo suyo-, que poniendo en la cuenta de Ashauri en una de las redes sociales «¿quién me envía tetas?», recibió unas centenas en menos de una hora.
Para terminar con la historia del título … «Quise un título con corazón e imán»:
De otra parte, el nombre mismo viene un blog de uno de los amigos (*) del director Julio Hernández Cordón. El director nos dice «quise un título poético, con corazón e imán».
Anarquía sexual
El moderador de la conferencia, el también cineasta Mark Peranson, añadió que también veía en la película una «anarquía sexual». Y es así, no sólo hay dos amantes hombres … Jhonny tiene una novia, pero es o parece ser el pasivo en la pareja con Miguel, que a todas luces, es el activo. Rompiendo así un «cliché» más, ya que los activos generalmente tienen también parejas mujeres. Al salir de la proyección una señora decía en italiano, si todos los gays fuesen como Miguel, nosotras saldríamos solo con gays … En la historia de amor, Miguel parece hasta el final el más enamorado, el destino los separa irremediablemente, y ese es el final triste. Johnny quiere utilizar el celular de su madre para llamar a Miguel para que lo recoja, sin sospechar que ya no lo verá más.
El moderador de la conferencia, Mark Peranson dice que es un romance extraño que muestra cómo a veces la única opción que te queda es empezar de nuevo («an odd romance that shows how sometimes the only choice you’re left with is to start anew».)
Que desaparezca medio centenar de personas … es posible en México
A otro periodista que me antecedió en el uso de la palabra, en la conferencia de prensa, le extrañó por qué después del secuestro de media centena de personas, no vayan los personajes, como primer reflejo, a la policía para denunciar el hecho. Julio Hernández respondió que en México ningún joven iría a denunciar ante la policía, porque simplemente no cree en ella. Además en el caso de los personajes del filme, si fuesen a denunciar, se denunciarían a sí mismos en alguna medida. En el México actual, es además posible que desaparezca medio centenar de personas, como algo normal. Son cosas que pasan en el México actual. No sólo mencionó a los 43 desaparecidos estudiantes normalistas de Ayotzinapa sino también a los jóvenes que desaparecieron saliendo de una discoteca en DF (en la zona rosa), en una madrugada. En este sentido, la película es una crítica social y en cierta medida denuncia crímenes.
Las patinetas: ganas de ser libres
Otra persona del público preguntó a los actores Diego Calva y Eduardo Martínez, cómo llegaron al a película, al mundo del cine. Eduardo dijo que fue todo muy rápido y por las redes sociales, que antes de la película no se conocían ninguno con ninguno. Diego no oculta que le encanta el cine, como práctica, como recuerdos … Eduardo sonríe feliz cuando ve que fue una oportunidad para mostrar las «ganas de ser libres» que tienen los amantes de las patinetas. Pasada la conferencia y en privado, pregunté a Eduardo por qué le dicen «Pelukas». Siempre sonriente y amable me contestó: «es porque antes me dejaba el pelo largo y parecía peluca». Diego añadió que «Pelukas» es un personaje conocido, muy popular y emblemático, un símbolo en el mundo de las patinetas.
Miguel y Johnny: amigos, amantes, socios, cómplices, pero …
Miguel y Johnny son amigos, amantes, socios y finalmente cómplices. Parece que todo les une, pero el origen social les separa. La madre de Johnny, Brenda, trabaja de empleada doméstica en casa de Miguel, éste es hijo de una familia de clase media y en el momento crítico, en actitud típica de muchacho acomodado, recurre a su madre, él que nunca la llamaba, la llama pidiendo ayuda. Ella lo salva enviándolo a Texas y separándolo definitivamente de su amante. Entre tanto, Johnny, contrariamente, lo primero que hace es pensar en ayudar a su madre y la llama también, para citarla y brindarle ayuda.
Pasada la conferencia y en una pequeña conversación le dije a Julio Hernández que esa oposición me parecía muy significativa, ya que creaba sentido. Y me respondió que sí, que era así y, me hizo notar que además, en muchos pasajes Miguel trata despectivamente a Johnny, con total naturalidad. Miguel con toda soltura asume su posición social, sin cuestionarse jamás por el tema, con ingenuidad le recuerda a Johnny que casi toda su ropa se la compró él.
Cine negro con final fatal
El director Julio Hernández dice como todo cine negro, esta historia tenía que terminar mal.
El amor entre Miguel y Johnny se trunca. El primero hará su vida en Texas y el segundo seguirá su propia ruta sin nadie que pueda ayudarle, pero lo dramático está en que Johnny queda como abandonado por Miguel, mientras éste piensa que fue Johnny que lo abandonó.
La venta de sangre a los narcos, operación estrella del dúo, fracasa dramáticamente con la desaparición de medio centenar de personas. Miguel y Johnny vengan la desaparición eliminando al «contratista». Empero, las víctimas, los perdedores, serán siempre los más pobres, los más humildes, como en la realidad.
«Te prometo anarquía» es una película que con vitalidad dirige una crítica social sin perder para nada el nivel estético. Muestra una juventud ansiosa de libertad a la que se le desaprece de las manos como por arte de magia medio centenar de personas…
(*) Seguramente Julio Hernández se refería al blog de Rafael Romero: Te prometo anarquía …
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Diego Calva después de la conferencia de prensa en Locarno. Foto: ©Pardolive
Eduardo «Pelukas» Martinez en el jardín y sin patineta. Foto: ©Pardolive
El director Julio Hernández Cordón y el redactor Luis Vélez Serrano, conversando sobre el filme.
Luis Vélez-Serrano con los actores Eduardo Martínez y Diego Calva Hernández. Foto: ©PuntoLatino.