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Una caricatura de Serguéi Eisenstein
A propósito de «Eisenstein in Guanajuato» (México, Holanda, Finlandia, Bélgica y Francia, 2015), por Mauro Mendonça Kato de ©PuntoLatino
El primer trabajo que tuve la oportunidad de conocer, del director británico Peter Greenaway es «Eisenstein in Guanajuato». Presentada en el Festival Tous Ecrans de 2015, esta película tiene un tema que me pareció prometedor: una narración sobre el período que el director soviético Serguei Eisenstein pasó en México, para la producción del filme (inacabado) «Que Viva México!».
El filme tiene un tono humorístico desde sus créditos iniciales. Por lo tanto, no sería justo esperar una imagen fiel de la personalidad de Eisenstein ni de su paso por México.
Sin embargo, el director británico nos presenta un Eisenstein excesivamente caricaturado, donde su trabajo es mencionado simplemente de pasada (en passant). Del punto de vista biográfico e histórico, son evidentes las muchas incongruencias y anacronismos presentes en el guión. Para un análisis más detallado sobre aquello, hago referencia al artículo de David Robinson [*] (en inglés).
Desde un punto de vista estético, el filme no es agradable. Tal vez los fans de Terry Gilliam o Wes Andersen lo apreciarán. El filme parece excesivamente kitsch, y sus intentos fallidos de surrealismo se muestran mediocres al compararlos con ejemplos recientes de cine surrealista como «Holy Motors» (2012) de Léos Carax o «Micmac à tire-larigot» (2009) de Jean-Pierre Jeunet.
El primer problema en «Eisenstein in Guanajuato» radica en un exceso de información, tanto a nivel visual como a nivel auditivo. El público se ve sometido a una avalancha de información que finalmente no tiene ninguna utilidad para el desarrollo de la historia.
Por otro lado, el mérito de gran parte de los recursos simbólicos de esta película es bastante dudoso. Por ejemplo, diez minutos después del comienzo de la película, podemos ver a un Eisenstein borracho vomitando y defecando en un túnel oscuro. Parece difícil que el público tenga un interés o placer real en ver esta imagen.
Los ejemplos de artificios mal logrados no faltan. Diálogos pseudo-filosóficos entre Eisenstein y su amante mexicano (el cual parece ser el único personaje indispensable en la trama), seguidos de largas tomas de sus órganos genitales, como para mostrar a un Eisenstein frustrado sexual y sin ninguna conciencia política. Y esta imagen nos parece gratuita y sin ninguna base biográfica.
El trabajo de cámara es igualmente criticable. Si la intención era provocar la náusea del público, podemos decir que Greenaway alcanza dicho objetivo superando a otros ejemplos extremos como «Enter the Void» (2009) de Gaspar Noé. La insistencia en dar vueltas con la cámara durante los diálogos poco interesantes podría tener inicialmente un objetivo «mágico», pero desafortunadamente la magia no dura mucho más de 10 segundos.
Al parecer, el trabajo de Peter Greenaway no terminará en esta película mexicana. Según las informaciones disponibles la «trilogía» Eisenstein tendrá una nueva entrega que tendrá como locación a la localidad de «La Sarraz» (Suiza). Esta nueva película se concentrará en la experiencia de Eisenstein durante el primer congreso internacional de cinema independiente en el año de 1929.
«Einsenstein in Guanajuato» es una experiencia que conviene evitar, sobre todo a quienes no deseen ver un cine con la estética de Gilliam y una serie de chistes que parecen copiados de un anodino episodio de la serie americana «Family Guy».
[*] brentonfilm.com/reviews/new-eisenstein-biopic-greenaway-goes-loco-in-guanajuato
Lausana, noviembre 2015
