| CINE | VISIONS DU RÉEL 2015 |
Sobre Drôle de Guerre de Frédéric-Pierre Saget
— nota de Rodrigo Ruiz Céspedes, redactor de ©PuntoLatino. Festival «Visions du réel» 2015, Nyon —
Se dice Phoney War en inglés, Sitzrieg en alemán, y Drôle de Guerre, en francés. Drôle de Guerre. Cada uno de los países que vivieron esos meses de ambigua calma, entre la declaración de guerra y las acciones armadas directas entre el bloque formado por Francia e Inglaterra, contra la Alemania nazi, le pusieron un nombre diferente a su propio desconcierto. En español, podríamos traducir la Drôle de Guerre, como la «guerra rara», como «la guerra de mentira»; y para los alemanes y polacos: la «guerra sentada». Dzwina Wojna en polaco. Drôle de Guerre, esperando detrás de las fortificaciones a que el enemigo dé el primer paso, para caer en nuestra trampa.
Y Drôle de Guerre, un documental en el que la velocidad de la violencia es reducida a tal grado, que se convierte en algo parecido a la paz. Un documental a dos voces y en dos tiempos. Este filme participó en competición internacional de medianos metrajes, 45′, 2015, producido por Bélgica y Francia.
La primera voz está formada por imágenes actuales acompañadas del audio original. Vemos las imágenes de las celebraciones militares del primer regimiento de la Legión Extranjera francesa. Toda esa festividad militar en la ciudad francesa de Aubagne, los desfiles patriotas, y las discotecas llenas de militares bailando con mujeres que se intuyen atraídas por el uniforme, por el estilo de vida, por el valor de estos hombres. Y por supuesto, esas mujeres pueden sentirse atraídas por la posibilidad de la ausencia de esos hombres. Y también están las imágenes de inmensas obras en construcción. Planos enormes, explosiones de dinamita, grandes camiones, máquinas y grúas moviéndose lentamente, con una fuerza contenida e incansable. Y cerrando esta primera voz, escuchamos los testimonios de los vecinos y campesinos de la zona, movilizados contra las expropiaciones de grandes terrenos en favor de los grupos industriales y comerciales que traen la modernidad a esta ciudad mediana.
Como una segunda voz, escuchamos la lectura de las cartas reales enviadas entre Emile y Olga, durante la movilización del primero en la gran guerra. Unas voces perfectamente jóvenes aunque provengan de ultratumba, nos muestran los mensajes de amor, pero también de incertidumbre que se envían estos enamorados. Uno consigue realmente imaginar que los vaivenes de su relación tuvieron una conexión con las imágenes modernas de Aubagne. Se podría incluso decir que esa conversación epistolar, presentada en off, representa la concepción del amor en esa época, tan cargado de idealización, pero al mismo tiempo tan exigente en relación al amado. Por ejemplo, escuchamos a un Emile que le confiesa a Olga su pasión y su deseo, para luego escuchar sorprendidos la ofendida respuesta de Olga, decepcionada al punto de amenazarlo con terminar la relación.
Para ellos, también, la guerra parecía algo raro, sumamente difícil de entender. Los ideales de la victoria, la lucha por la libertad, el sacrificio de tantos jóvenes de su generación o el de su propio amor son repetidos una y otra vez por los amantes, como una especie de talismán que nunca parece suficiente para explicarse la situación que les tocó vivir.
El desenlace de la historia entre los amantes epistolares, entre un collage de imágenes extraídas de internet, las tomas lentas sobre escenarios grandes del paisaje urbano de Aubagne, cierran un documental complejo pero controlado de cerca por el cineasta belga Frédéric-Pierre Saget. Complejo por sus voces y sus tiempos tan diferentes pero complementarios.