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Lo que llega rápido, rápido se va
— Sobre «Pájaros de verano» de Cristina Gallego y Ciro Guerra (Colombia), nota de Luigi Vallana de ©PuntoLatino. Locarno, agosto 2018
Los directores colombianos Cristina Gallego y Ciro Guerra [← foto] nos presentan una película que aborda el tema de la droga en Colombia de una manera que nunca antes se había contado. En el marco del Festival de Cine de Locarno, en una magnifica plaza ante alrededor de 8.000 personas, “Pájaros de Verano” mostró los orígenes del tráfico de marihuana en la década de los 60s y los 70s.
A partir de un hecho verídico, narrado y dirigido por colombianos, sin influencias extranjeras, los espectadores podemos ver una precuela de la historia del narcotráfico que ya las personas conocen, en donde todo se inició debido a la demanda de los norteamericanos que llegaron formando parte del cuerpo de paz a la Guajira, en busca de marihuana. En vista de las necesidades económicas que tenía en ese momento el protagonista de la película “Rapayet”, interpretado por el actor José Acosta, decide embarcarse en una aventura que trae consigo un increíble crecimiento económico, pero que a su vez los sentimientos de poder y ambición terminan destruyéndolo tanto a él como a su familia.
La historia se desarrolla a finales de los años 60s y comienzos de los 70s, en la región de la Guajira al norte de Colombia, en donde habita la comunidad Wayuu, pueblo indígena más numeroso del país. Esta comunidad posee unas costumbres y tradiciones muy arraigadas, son una sociedad matriarcal, que protege mucho su territorio, sus ideas y su familia. Han defendido su región haciéndole frente a los intentos de colonización española, inglesa, holandesa, y hasta al propio estado colombiano. De esta manera, la película evidencia ciertos rituales propios de la cultura Wayuu; el paso de niña a mujer (el encierro), el baile matrimonial (Yonna) en donde el hombre debe demostrar su fortaleza para poder desposar a la mujer, la figura llamada “palabrero” quien es el la única persona encargada de transmitir el mensaje a las diferentes familias del clan en la solución de conflictos, el pago (la dote o pa´üliayaa) que el hombre debe entregar a la familia de la mujer para poder obtener su consentimiento, la “compensación” con animales o en joyas características que sólo se consiguen en la Sierra Nevada colombiana como parte del pago de una deuda. Es precisamente por ésta última tradición que el personaje “Rapayet” se ve en la necesidad de involucrarse en el tráfico de la marihuana.
Honor, tradición, rituales (pájaros como espíritus que transmiten mensajes), amor, poder, dinero, -que viva el capitalismo- (pájaros de metal; hombres con armas), bonanza, ambición, traición, venganza y muerte (pájaros de verano que muestran que todo tiene su final), enmarcan esta película en donde la familia, prima por sobre todas las cosas.
Los directores deciden abordar este tema en vista de que nadie más ha contado la verdadera historia de cómo se creó el narcotráfico en Colombia. Estamos tan acostumbrados a ver películas donde el país se muestra como un exportador de marihuana y cocaína, pero nadie sabe realmente cómo fue que todo comenzó. De modo que por medio de este film tan bien logrado, se da a conocer una cara completamente diferente de Colombia. Se muestra una cultura tal vez desconocida por muchos y se cuenta una historia que abre las puertas a una realidad inevitable de éste país.
Ficha técnica:
“Pájaros de verano” – 2018, Colombia
Director: Cristina Gallego, Ciro Guerra
Actores principales: Carmina Martínez, José Acosta, John Narváez, José Vicente Cotes, Juan Martínez, Natalia Reyes
Productores: Cristina Gallego, Katrin Pors
Piazza Grande Locarno