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Ya he vivido mi muerte y ahora todo lo que queda es hacer una película sobre ella
— Nota sobre «BABENCO: Alguém Tem que Ouvir o Coração e Dizer Parou» de Bárbara Paz (Brasil), escribe una nota María del Pilar Ramírez-Gröbli de @PuntoLatino
La gama cromática entre blanco y negro, se aleja del hiperrealismo del color y le confiere a esta producción cinematográfica, titulada “Babenco: alguém tem que ouvir o coraçao e dizer parou” una profunda expresión y contenido artístico. A través del formato fílmico en blanco y negro, se registra una interesante gama entre grises, blancos y negros, a través de la cual se recrean la enfermedad, la vida y la muerte, que son las temáticas directrices de la película. El conocido Héctor Babenco, es un gran cineasta de origen argentino-brasilero, quien aparece como protagonista en la película. Su trabajo en el mundo del cine y la enfermedad que lo lleva a experimentar su muerte, son dos temas que estarán presentes como líneas conductoras en la producción. Los matices que oscilan entre el blanco y el negro refuerzan la intensidad de la vida del cineasta: vivencias significativas y la experiencia de su enfermedad. En especial las imágenes sobre el tratamiento al que debe someterse a causa de su enfermedad, así como su estadía en el hospital, se convierten en pasajes de reflexión en los que el personaje está confrontado ante la realidad de la muerte.
La película retoma momentos significativos en la vida del cineasta entre los que se encuentra la nominación a los premios Oscar, por su película «El beso de la mujer araña» en el año 1985. Bárbara Paz, directora de la película, nos presenta dos niveles de narración. Por un lado, las escenas en las que el protagonista es el mismo Héctor Babenco, el hombre quien padece y lucha contra el final de sus días. Y por otro, aquellas escenas en donde Héctor Babenco, el productor, dirige el rodaje en el cual se representa el ambiente del hospital u otros ambientes en los que se reflexiona sobre la experiencia de la vida y la experiencia de la muerte. Es como si asistiéramos a la filmación de una película dentro de la película principal. La inserción y la comunicación entre esos dos niveles podrían sugerir una forma de desdoblamiento del personaje principal. Mientras en unas escenas, aparece como protagonista, poniendo de relieve su condición efímera de los seres humanos, en las otras se revela en su quehacer de productor y cineasta, logrando prolongar su existencia a través de su trabajo creador. De tal manera que aquello que da mayor valor a la experiencia de su muerte, -tal como lo menciona en la película-, no es la experiencia misma de sentirse al borde del abismo, sino y sobre todo, la producción fílmica que encargará de relatar esa experiencia. Es decir, siendo la muerte, una de las realidades más crudas de la vida humana, lo que le queda a la humanidad misma es la posibilidad de hacerse inmortal, o por lo menos de transcender ese nivel pasajero, a través de la creación artística, en este caso la producción cinematográfica. En la película también aparece Bárbara Paz. Es ella quien, por un lado, se encarga de cuidar y acompañar a Héctor Babenco en sus padecimientos y quien, a la vez, aparece como uno de los personajes que participa en los trabajos de producción que realiza Héctor Babenco. Se podría decir que el trabajo de Bárbara Paz en esta producción de cine está orientado a revelar tanto el potencial creador del artista como la fragilidad de la existencia humana. Para ello, le da un espacio destacado al protagonismo de Héctor Babenco, quien fue su compañero sentimental y quien aportó importantes reflexiones sobre las realidades brasileras en su trabajo cinematográfico, llevándolas a la pantalla grande.
Ficha técnica:
Director: Bárbara Paz
Idioma: portugués
Año: 2019
Duración: 74 minutos