lizcano marcela220x220| CINE | COLOMBIA | GINEBRA |

Los micro-cosmos humanos – entrevista con Marcela Lizcano, directora del documental Aislados

— Por Ricardo Pinzón de ©PuntoLatino, Ginebra noviembre 2015 —

Santa Cruz del Islote, una isla de apenas una hectárea a la que se le atribuye ser la más densamente poblada del planeta con unos 900 habitantes y 97 casas. Ubicada a dos horas de la ciudad de Cartagena, en el Caribe colombiano. El documental Aislados explora la vida de sus habitantes afros y sus difíciles condiciones de vida. PuntoLatino habló con su directora luego de la función en el Grütli de Ginebra el 28 de noviembre 2015.

 

— PuntoLatino: Tu película toca un tema de relevancia social y parece según la reacción del público que la temática termina por opacar las posibles virtudes cinematográficas de tu película ¿No te parece?

— Marcela Lizcano: Yo no hice la película para hacer activismo social. El documental es una fase de este proyecto. Paralelo a esto hay un proyecto transmedia, que si hace un llamado a la acción. No es un documental de denuncia, no es un lineal con un gran conflicto de un personaje. Es absolutamente poético, que te permite estar y percibir ciertas cosas de una manera bastante sutil. Yo no creo que el documental esté enfocado en provocar una acción social, sino más una reflexión. Sin embargo durante la sesión de preguntas en esta proyección la discusión se salió de lo cinematográfico y se concentró en qué va a pasar con esta comunidad. En otros espacios por el contrario la discusión ha sido totalmente cinematográfica. Y pues, yo no estoy allí para crear un debate sino para responder a las preguntas del público y en esta ocasión la charla se fue en esa dirección.

 

— PL: Interesante. Entrando en el tema cinematográfico, Aislados me hizo pensar mucho en Beasts of the Southern Wild ¿Cuáles son los referentes de tu película?

— ML: En realidad digamos que es un poco extraño hablar de referentes, hay muchos. Te puedo hablar del cine que me gusta, la escuela rusa por ejemplo. Inconscientemente veremos que influencias son las que afloran. No me casé con nada. Precisamente porque lo que yo quería era ir a ver qué encontraba, para mi la película, es un proceso, una pregunta, de ver como filmaba. Una exploración, por ejemplo la primera chica que hizo la cámara era alguien que trabajaba en la ficción. Pero no funcionó, así que terminé haciendo parte de la fotografía. El primer montajista, venía también de la ficción. No funcionó. Fue una búsqueda constante entre ese híbrido de documental y ficción. Mis referentes no fueron documentales.

Por ejemplo, en su momento, habiendo ya rodado la mitad de la película, apareció esta linda película que tu mencionas, Beasts of the Southern Wild. Que es una película norteamericana, independiente, de ficción, que narra la historia de una pequeña comunidad que también está aislada en una pequeña isla después de un huracán. Y pues algo de la paleta de color se usó en Aislados. Yo me sentí muy identificada con esta película, porque pasa algo, Aislados usa la cámara como en la ficción. Y esta película usa la cámara como si fuera un documental. Entonces es como un juego de imaginarios. BOTSW lo que hace es 16mm, cámara en mano, sucio. Y yo, hago con una realidad que es así, cámaras quietas, cuidadas, un color saturado, movimientos suaves, drones. Uso el lenguaje de la ficción dentro del documental y real, donde no hay puesta en escena. Son importantes estos imaginarios del documental y de la ficción y de estos híbridos.

 

— PL: Y esos híbridos mantienen cierta ambigüedad. El nombre Aislados, parecería muy obvio dada la situación del islote. Pero a mi me parece que se presta a múltiples lecturas ¿Para ti, qué es estar aislados?

— ML: El nombre tiene muchos juegos, estoy de acuerdo contigo. Uno se imagina que estar aislado podría querer decir, estar solo. Y en este lugar, no hay soledad. Que estar aislados es de pronto como ellos estaban antes y ahora están dejando de estarlo. Como esa imposibilidad de mantenerse desconectados del mundo en este momento, donde todas las comunicaciones y la globalización no lo permiten. En algún momento pensé en cambiar el nombre, pero después tenía este juego de ambigüedades, de cierta manera si están aislados, pero de otra no tanto. Si están aislados del gobierno colombiano, pero no están totalmente aislados del continente ni de la cultura global. Están en una isla del Caribe, que da un imaginario preciso, pero en realidad es otra cosa. Entonces creo que era lo suficientemente ambiguo para decidir dejarlo.

 

— PL: Al ver el último plano de la película, una toma aérea donde podemos ver la forma de la isla, sus casa y el mar, no pude dejar de pensar en la tierra. Nosotros somos también una isla en este universo.

— ML: La premisa del documental es esa metáfora. Pero a la vez es una oda de la inventiva humana. Porque esta isla la hicieron ellos. Porque también los seres humanos somos increíbles. Por eso la película termina con esa línea: «algo inventaremos» , porque siempre lo hacemos. Pero llega un punto en que las cosas se salen de proporciones. Mira ahora, tenemos calentamiento global, el nivel del mar está subiendo en todo lado. Ya no sabemos en donde meter la basura, no cabe en la isla, no cabe en ningún continente, no cabe en el mundo. La superpoblación es rampante, se acaba el agua potable. Como esa claustrofobia del islote, donde ya no se sabe cómo resolver las cosas, creo que es un poco la encrucijada en la que nos encontramos ahora como planeta. Sin embargo, yo no tengo respuestas, solo preguntas. El documental es más un impulso emocional. Creo que la película me enseñó eso. Que de lo más pequeño uno si puede llegar a hablar de cosas más extensas. Y como de esta conexión muy cercana con ellos, en ese pequeño espacio, puede la película estar viéndose acá y que la gente se conecte. Por ejemplo, nadie pregunta nada de Colombia, he tenido más de treinta proyecciones y nunca nadie pregunta nada de eso y me parece… ¡fantástico! Porque, no es una película sobre Colombia, sino sobre el ser humano. Por encima de la temática del conflicto y del narcotráfico en Colombia. Se pueden abrir otros debates.

 

— PL: La tuya es una producción muy pequeña, sin embargo vemos tomas muy sofisticadas, con drones. Háblanos del uso de estas tecnologías que se han hecho más baratas en los últimos años y como moldearon la realización del documental.

— ML: Cuando yo escribí el primer guión del documental la toma final era una toma aérea desde un helicóptero. Y no porque quisiera verlos desde arriba. Sino porque es necesario entender ese contexto físico. Es que lo fantástico de este lugar, mas allá de que exista, como tal, es que cuando estás adentro parece que estuvieras en cualquier barrio de Cartagena o cualquier pueblo del Caribe colombiano. Pocas diferencias. Lo que hace la diferencia es el contexto que lo rodea. Un islote muy pequeño, densamente poblado, rodeado de mar. Y ellos son muy conscientes de que el mar es su territorio. Entonces siempre fue una premisa mezclar esas diferentes miradas, por un lado los planos dentro de la isla a la altura de los personajes dentro de convivencia cotidiana, las tomas submarinas, que muestran ese territorio donde pasan la mitad de su vida, y la otra era esta contextualización para el espectador que eran estas toma aéreas.

Cuando apareció el drone, cuando probamos estas posibilidades, pues ya se volvió narrativo. Ya dejó de ser una toma de contexto y se convirtió en una manera de entrar y salir de los personajes. Y decidimos aprovechar esa posibilidad de usar esta tecnología. Nos dijimos, usemos lo que hay. Fue una búsqueda constante. Una búsqueda que tuve que abandonar en últimas. Yo habría podido seguir infinitamente, pero ya tenía que entregar el corte. Pues uno tiene siempre que abandonar las películas.

Es ese proceso de ver que se puede hacer y como se puede hacer. Entonces teníamos recursos limitados, por eso no usamos una cámara grande. Cambiamos eso por tiempo. Por eso usamos una 5D, más económica, tal vez menos «profesional», pero podemos ir cuando queramos. Cada vez que tengamos plata para un pasaje, vamos. La mayoría de la película la hicimos un sonidista y yo. Y esas fueron decisiones basadas en simplemente lo que se podía hacer. Y si el drone era asequible, pues úsemolo, no nos neguemos esas herramientas. Luego por supuesto hubo mucho trabajo de post-producción, trabajo de color, de sonido. Digamos que si fue usar lo que había y ver que pasaba. Y eso es la película, no es un manifiesto del cine, es mi búsqueda personal con lo que tenía a la mano.

 

— PL: Tu eres de la fría Bogotá, en los andes colombianos a 2.600 mts sobre el nivel del mar ¿Cómo terminas en el Caribe, en medio del mar?

— ML: (Risas) ¡El caribe es mi corazón! … yo viví ocho años en Argentina y lo que más extrañaba era lo Afro, sin duda…los tambores… Es parte de Colombia, y me encanta, lo admiro, me llena de alegría su forma de ser. Digamos que también eran ganas de aprender de ese otro lado de Colombia en el cual no crecí. Yo soy de las montañas, pero siempre amé el mar. Aislados es también ese lugar. Islote. Caribe. Colombia.

 

— PL: Y pues hablando de culturas y de la otredad. Háblanos del componente etnográfico de tu documental.

— ML: Nunca quise ser etnográfica, pero si se hizo una búsqueda y una investigación sociológica. Desde que escribí el guión me dije que quería abordar esta película desde la resistencia del ser humano por sobrevivir, desde la resistencia de las costumbres ancestrales por permanecer, desde la resistencia de los niños por alcanzar sus sueños, desde la resistencia para permanecer en el territorio. Y esa resistencia es creadora de actividades en el ser humano. El islote es un micro-cosmos. Y pues si termina habiendo un componente etnográfico cuando vemos su estética, sus fiestas, sus formas de expresarse a si mismos, con que se sienten identificados. Cuáles son las costumbres frente a la relación al mar, a la pesca etc. Digamos que fueron puntos de análisis en la investigación más que en la construcción del guión. Y se hizo un trabajo con sociólogos para abordar este lugar como un espacio intercultural, y dejar de lado un acercamiento exotista, poniéndonos en igualdad de condiciones, en una relación más simétrica, eliminando esa dualidad de realizadora y objeto retratado.

 

cine aislados521x348

 

 → Nota sobre «Aislados» de M. Lizcano en PuntoLatino,  V E R

 


 

→ Sección «Filmar en América Latina» 2015 Ginebra en PuntoLatino, V E R

 


 

 

Compartir en redes:

Menú