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“Gracias a la vida merecería ser objeto de otra película …» (Angel Parra)

— nota de Eduardo Widakowich de © PuntoLatino —

Invitado a Ginebra para la apertura de la 14 edición del Festival en América Latina, el compositor chileno, Ángel Parra, asistió emocionado a la proyección del primer filme del Festival. La película «Violeta subió a los cielos», dirigida por el realizador chileno Andrés Wood narra la vida de Violeta Parra y es una adaptación de la biografía homenaje que Ángel, su hijo, publicara en 2006.

La película (2011) rodada en Chile, Argentina y Francia, retrata los inicios, vida, obra y amores de la artista y folklorista chilena Violeta Parra. Con un fino humor y utilizando como recurso cinematográfico una entrevista realizada en Buenos Aires en la década del ‘60 a la ya artista ya consagrada, la película como la actuación de la actriz chilena, Francisca Gavilán, logran transmitir la fuerte personalidad de una artista genio y mujer de excepción para su época.

La niñez como los origines humildes de la artista en formación se conjugan con los viajes hacia el interior del campo chileno donde descubrirá la tradición, las historias y la gente que hacen al foloklore popular. Sus primeros viajes al continente europeo, la encontrará como madre de tres hijos y queda retratada en una de sus primeras visitas al festival de música de la juventud en la Polonia comunista como sus estadas en Francia y Ginebra.

De sus amores, su relación con el músico antropólogo suizo Gilbert Favre: “el gringo”, interpretado por el actor Thomas Durand, logra acercar a la América Latina con Ginebra; en tanto que hace presagiar el final. «Violeta se fue a los cielos», permite descubrir a una excelente y polifacética artista, gran madre y mujer, como también, descubrir el folklore chileno así como tender puentes entre los dos continentes.

En la recepción que siguió la inauguración el autor de esta nota y otro redactor de PuntoLatino conversaron brevemente y le preguntaron porqué no se hablaba más de la canción «Gracias a la vida». Angel respondió: «Gracias a la vida» sería tema de otra película …


En 1973 una tarde trajeron a mi celda (camarín del Estado Nacional de Chile) a un joven algo pálido y me dijeron es un cantante, se llama Angel Parra. Esto durante la dictadura de Pinochet. Al día siguiente lo pasaron a otra celda (camarín) y el 17.11.12., lo volví a ver después de 30 años en Ginebra. Lo vi en la inauguración del Festival Filmar en América Latina, en el que se proyectó el filme «Violeta subió los cielos», sobre la vida de su madre. Un filme que emocionó y se los recomiendo. — Luis Vélez Serrano


Con su canto y su guitarra al hombro se propuso volar, pero no en línea recta. Y lo consiguió …

— nota de Luis Vélez Serrano de © PuntoLatino —

Gracias a la vida
«Gracias a la vida», cantada hoy por muchas artistas latinoamericanas, es un himno a la vida, de amor a la vida, un mensaje entonado generalmente en tono alegre. No he tenido la suerte de leer aún el libro biográfico de Angel Parra sobre Violeta, su madre, pero después de ver el filme «Violeta subió a los cielos» y escuchar nuevamente la canción en la propia voz de la cantautora chilena, surgen otras posibles interpretaciones y sentimientos. Sin dejar de ser una expresión poética de amor a la vida, adquiere también contornos nostálgicos como el de una especie de despedida de la misma. En todos los casos, Violeta, la gran cantautora de América Latina, deja en esa canción, un testimonio vital que se abre a varias interpretaciones, tal es el caso de las grandes obras estéticas. En todo caso su canción es inmortal, porque «Gracias a la vida» es una sonrisa ora alegre, ora amarga, pero de permanente juventud allende las fronteras de la vida misma … 

Violeta subió a los cielos
El hilo conductor de la película es una entrevista ficticia con una televisión argentina (datada en la realidad en 1962, pero reimaginada en 1965). La biografía de Violeta no sigue un ritmo lineal ni pretende tener un estilo documental, se presenta como una serie de estampas, sin una articulación elaborada: los comienzos, el amor a la música, el folklore, el compromiso social, los éxitos y los fracasos, la pasión amorosa, la familia, etc., momentos en los que se aprecia las distintas etapas de la vida de la artista, desde la niñez hasta la madurez. [Foto 4: El actor Thomas Durant, que hace el papel del Gringo Favre, con Eduardo Widakowich y Luis Vélez Serrano de PuntoLatino].

El elemento biográfico. Ver la película conociendo algo más de la vida de la artista, facilita una interpretación más amplia, huelga decirlo, ya que apela a la «competencia histórica» o experiencia del espectador, la percepción se hace más amplia. La vida de Violeta fue muy singular, muy única y muy intensa, llena de altibajos, cambios, contradicciones y tuvo mucho más movimiento que en una vida «común». La vida de Violeta, fue sin duda una vida más movida … Tanto en sus sufrimientos, en sus éxitos y en su pasión amorosa. Así su gran amor por el folklorista ginebrino Gilbert Favre (el Gringo del grupo folklórico boliviano «Los Jairas»), bastante menor que ella, le une de alguna manera a Suiza y fue una de sus pasiones vitales.

En temática social, sus palabras son francas, duras, descarnadas. En decir del director de la película Andrés Wood, en una entrevista pasada (1), sus canciones sociales, en su momento, fueron censuradas hasta por el Partido Comunista chileno, por considerarlas muy frontales.

La potencia de su voz, es potencia de una vida intensa, por eso llega al corazón de mucha gente. Su arte es comprometido, pero comprometido con la humanidad, con los pobres de Chile y del mundo. En el filme y creo que en la vida de Violeta, no se ve un compromiso ideológico, se ve y se siente un compromiso vital y social.

Violeta, con su canto y su guitarra al hombro, se propuso volar, pero no en línea recta. Saboreó el éxito y lloró fracasos, pero ante todo fue ella misma en las visicitudes, hasta para preparar su final. Lo que a mí me transmitió el filme, es la impresión de una vida intensa y poco común, de alguien que fue consecuente consigo mismo hasta en la hora postrera:

«Soy un pájaro sin plan de vuelo, que nunca puede volar en línea recta, que odia las matemáticas y ama los remolinos»…

NOTA
(1) Wood entrevistado por Jorge Caballero de la Jornada (Jalisco, México, marzo 2012).


Fotografías:

1. En la inauguración del Festival: Angel Parra y el actor Thomas Durand es presentado por Sara Cereghetti, responsable del Programa del Festival.

2. Afiche de la película «Violea subió a los cielos».

3. Angel Parra rodeado por los redactores de PuntoLatino, Eduardo Widakowich y Luis Vélez Serrano. 

4. Thomas Durand rodeado por los redactores de PuntoLatino.

5. Un lleno total en el Auditorium Arditi de Ginebra.

6. La directora de prensa del Festival Florie Pingoud con Juan Tellez, Eduardo Widakowich y Luis Vélez Serrano de PuntoLatino. 



Capitães da Areia: Los niños de la calle de los años 30, una realidad que todavía perdura …

— nota de Fanny Bauer sobre el filme de Cecilia Amado (2011) —

Basada en la obra del escritor brasileño Jorge Amado, publicada en 1937, Capitães da Areia es una película que relata la vida de un grupo de niños abandonados y huérfanos, viviendo en la pobreza, la insalubridad y la búsqueda de la libertad, llamados Capitães da Areia, en la ciudad de Salvador de Bahía en los años 1930. En esta época de epidemia de viruela, el aparato estatal de policía servía para perseguir a los niños de la calle, usando la tortura sin una pizca de justicia, lo que radicalizó también la violencia de los grupos de menores, acostumbrados a robar para sobrevivir. Por la dureza que tienen que afrontar, este grupo de niños se junta y se protege en un antiguo almacén al lado de la playa, como si fuera una familia.

Realizada por la nieta de Jorge Amado, Cecilia Amado, esta película a la vez dramática y poética, con imágenes increíbles y una banda sonora firmada por el famoso Carlinhos Brown, pinta la realidad de los niños de la calle de los años 1930, pero que, por desgracia, sigue siendo vigente en nuestra época.

A través de esta historia, Jorge Amado, desarrolla una crítica social de la política del Estado Novo del Brasil de los años de dictadura de Getúlio Vargas, que empieza a tomar en cuenta la lucha de las clases y las transformaciones importantes del país. Además, hay que tener en cuenta que las obras de Jorge Amado fueron perseguidas y quemadas durante este Gobierno, por ser consideradas como vehículo de propaganda comunista. El autor centró sus novelas en la población negra y mulata de Bahía, donde vivió la mayoría de su vida, a pesar de 3 años de exilio político en Europa y América Latina, después de la declaración de la ilegalidad del partido comunista, enfocándose en la clase proletaria de Brasil.

Amado es el autor más adoptado por la televisión y el cine, además ganó distinciones muy altas, tales como el Precio Camões en 1994, la distinción más alta en la literatura en lengua portuguesa y el Premio Lenin para la Paz en 1951.

Fanny Bauer de © PuntoLatino


Jorge Amado muestra la vida de los niños obligados a delinquir por una sociedad que les da la espalda

— nota de Luis Vélez Serrano de PuntoLatino —

Jorge Amado es uno de los más grandes escritores latinoamericanos y este 2012 es el año de su centenario. Como muchas de las novelas más importantes de América Latina, Capitães de Areia ha sido llevada a la pantalla por su nieta Cecilia Amado, además que como reconoce la crítica, es una obra «muy cinematográfica», es decir, que se deja representar en película. Muchas de las obras de Jorge Amado han sido llevadas al cine e incluso al mundo de las telenovelas, dirigidas ora por consagrados cineastas, ora por jóvenes directores. Como todos los de su generación su temática tiene un profundo contenido social. Su obra es un referente en la cultura brasileña y latinoamericana.

En el Festival Filmar muchos son los nombres como los de Jorge Amado (Brasil), y otros más actuales como los de Walter Tournier (Uruguay) o Angel Parra (Chile) que de una manera u otra están vinculados a esta edición del Festival por la temática social y da la coincidencia que casi todos han sido exiliados y perseguidos por las dictaduras de sus respectivos países, precisamente por haber osado tocar la temática social. Es reconfortante ver a quiénes da razón la historia medio siglo después …

Cecilia Amado lleva Capitães de Areia al cine mostrando el mundo de los niños de la calle, una micro sociedad con sus propias reglas. Niños obligados por la necesidad a ser precoces, pero precoces en el delito, en la organización para sobrevivir donde todo vale. Más que precoces, se podría decir que son niños-adulto. Un mundo que desde los años 30 al presente, han movido la conciencia de gente de la cultura y del arte, de la ciencia y de la información, pero que no ha llegado al corazón de los políticos. Los «capitães de areia»  de los años 30, siguen aún pululando por las calles de toda América Latina del s. XXI, con la agravante de que siguen siendo niños y adolescentes.

Luis Vélez Serrano de © PuntoLatino


Derechos del Niño – Walter Tournier (Uruguay)

— nota de Fanny Bauer de © PuntoLatino, Ginebra 20.11.12. —

Con motivo del Día Internacional de los Derechos de los Niños, el 20 de noviembre 2012, contando con la presencia del realizador, Walter Tournier, así como con el apoyo de Terre des Hommes Suisse, el Festival Filmar proyectó el filme Derechos del Niño.

Esta mini serie de 12 películas (episodios) de 1.30 minutos cada una, es patrocinada y financiada por el Instituto Interamericano de Niño (IIN), Departamento afiliado a la Organización de los Estados Americanos (OEA), para la promoción, la protección y el respeto de los derechos de niños, niñas y adolescentes en la región. Presenta los conceptos de la Convención de los Derechos de los Niños de la OEA, tales como el derecho a la vida, a la salud, a la protección contra el trabajo, etc. Si el proyecto empezó 5 años antes, se terminó sólo hace algunos meses.

La noción de derechos de los niños aparece en 1841 en Francia, con la elaboración de leyes para proteger a los niños trabajadores y, 40 años más tarde, con el derecho a la educación. Después de eso, en el siglo XX, se desarrolló, en Europa, una legislación a cerca de la protección medical, social y judicial.

El reconocimiento internacional pudo hacerse gracias a la Sociedad de las Naciones (SDN), en 1919, con la creación del Comité de la protección de los niños y con la Declaración de Ginebra, el 26 de septiembre 1924, que representa el primer texto adoptado al nivel internacional y que reconoce derechos específicos a los niños, así como responsabilidades a los adultos.

Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1947, se creó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para rescatar a los niños europeos víctimas de la guerra antes de convertirse en una organización internacional con un mandato internacional y de proveer apoyo en materia de educación, de salud y de alimentación. A partir de entonces, en 1959, las Naciones Unidas adoptan la Declaración de los Derechos de los Niños, que goza de un reconocimiento universal, aunque el texto no es vinculante. Hasta que se promulgue el Año Internacional del Niño, en 1979, con la creación de un grupo de trabajo dentro de la Comisión de los Derechos Humanos, para formular una convención internacional acerca de los derechos de los niños, que será adoptada por la Asamblea General el 20 de noviembre 1989, tomando en cuenta los derechos civiles, económicos, sociales y culturales de los niños.

Luego, en 1999, tras The Global March (1998), durante la cual cientos de miles de niños trabajadores, de todos los continentes, caminaron hacia la Oficina de las Naciones Unidades de Ginebra, para la protección y la promoción de los derechos de todos los niños, especialmente el derecho a la educación, así como contra la explotación económica y contra las peores formas de trabajo infantil. Después de esta iniciativa, será adoptada la Convención de Ginebra sobre las peores formas de trabajo de los niños, así como el Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados y el Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía.

En el día de hoy, la Convención Internacional de los Derechos del Niño fue ratificada por 193 Estados, es decir la mayoría de los países, excepto a los EE.UU. y Somalia, pero todavía queda mucho que hacer en cuanto a su aplicación sistemática en el mundo entero.

Fanny Bauer de © PuntoLatino

Walter Tournier (Uruguay) de formación arquitecto es también director de «Es mi familia» (2002) y «Selkirk, el verdadero Robinson Crusoe (2012). Ambas cintas proyectadas en el Festival. |

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