| ZURICH FILM FESTIVAL 2013 | SUIZA |
Neuland: un país desconocido que probablemente será el suyo
— nota de Raphael Widmer (Uni SG) de © PuntoLatino sobre el documental «Neuland» de Anna Thommen (Suiza 2013) —
Neuland acompaña (sigue) a migrantes jóvenes en su escuela de integración en Basilea durante 2 años. Los jóvenes, que «vienen de varios países como Afganistán, Serbia o Venezuela, llegaron en avión, tren, autobús o en bote», con la esperanza de un futuro mejor en un país desconocido con una lengua y cultura ajenas.
Muy impresionante es el esfuerzo del profesor Zingg, que apoya a los migrantes con mucha dedicación y entusiasmo en establecer una nueva vida para los jóvenes para que puedan acercarse a la cultura y a la vida en Suiza. El entrena a los jóvenes traumatizados a manejarse asumiendo sus golpes de la vida y los prepara para la entrada en la vida profesional.
La película de Anna Thommen evoca emociones fuertes en el público ilustrando la situación difícil de los migrantes que luchan con la incertidumbre de su futuro en Suiza. Hasta hoy en día quedan muchas barreras y probablemente no todos estos inmigrantes puedan alcanzar su objetivo.
Lo genial en esta película (que no tiene un carácter típicamente documental) es que el espectador experimenta todo desde una perspectiva observatoria sintiéndose envuelto en la situación que viven los personajes. Se siente la cruda realidad de las personas jóvenes en una cultura ajena y se aprecia y remarca que existen varios lados del mundo globalizado y … bélico.
— Nota de Raphael Widmer de © PuntoLatino sobre el filme de Anna Thommen (Suiza 2013) |
Vista del filme: el profesor Zingg con sus alumnos
¿Hay un lugar para mí en este Neuland?
— Por Luis-Felipe Montes-Castillo (Uni BE) de © PuntoLatino —
No es el típico documental en el cual todo pasa muy lento, con falta de diálogos o paisajes insólitos. «Neunland» es un proyecto diferente (nominado como el mejor documental de lengua alemana del Festival de Zúrich, entre otros premios). En el cual a través de los ojos de esta joven realizadora, Anna Thommen, podemos darnos cuenta cómo son y qué se vive en los cursos de integración para jóvenes en la ciudad de Basilea.
La directora no busca un tema al azar, ella quiere mostrar al público de una manera muy particular lo que está pasando actualmente en su entorno; siendo esta película su proyecto final para graduarse de la Universidad de Artes en Zúrich. Quiere dar a los espectadores la oportunidad de conocer de manera real, emocional y espontánea cómo es la situación que enfrentan los estudiantes que asisten a este curso de integración.
La Historia se enfoca principalmente en dos personajes, uno de ellos es Ehsanullah Habibi un joven de 19 años que huye de Afganistán y busca asilo en Suiza. El mismo debe viajar durante todo un año para conseguir su objetivo. Él vivió realmente toda una odisea. Desde cruzar el mar en una balsa de goma a inflar, hasta dejar las montañas atrás por su propio pie, lo que dio como resultado estar en este salón de clases junto con otros jóvenes migrantes. En esta aula también se encuentra Nazlije, una joven inteligente y dedicada, cuyo su sueño es ser maestra de primaria. Junto con su hermano Ismail Aliji que por la muerte de su madre en Albania tienen que viajar a Suiza para vivir con su padre y su nueva esposa. Ella en particular tiene que soportar el machismo y la desigualdad que existe en su casa.
Este grupo de jóvenes, cuenta con la fortuna de estar bajo la tutela de Christian Zingg, su profesor en las clases de integración. Zingg tiene una meta bastante clara con estos jóvenes, la cual es, acompañarlos en el trascurso de esos dos años capacitándolos para que logren integrarse en la vida laboral suiza. Como todos lo saben, obtener un lugar para realizar un aprendizaje no es nada fácil, por ello Christian Zingg hace todo lo que está a su alcance para que estos jóvenes no se den por vencidos, a pesar de las desventajas tan grandes que tienen: el idioma y otras barreras culturales.
En la película se plantea muy claramente la pregunta que tienen estos jóvenes ¿hay un lugar para mí en este «Neuland»?
La película nos muestra una perspectiva muy real el fenómeno migratorio que se vive en la Confederación Suiza, particularmente en el Cantón de Basilea, cuáles son las ventajas y desventajas en la aplicación, desarrollo y el fin de las clases de integración. Es una manera muy objetiva de ver si en realidad funciona toda la estructura que viene detrás de este proyecto. Nos da una idea de con qué problemas se pueden encontrar estos jóvenes que llegan sin mayor conocimiento fuera del que alguien les pudo trasmitir a través de una plática, en qué puntos fundamentales deben adaptarse y nos hace pensar cuáles serían las consecuencias sí no existirían estas clase. De una manera hábil pero crítica, nos muestras dónde se encuentra actualmente este país en tema de integración.
Luis-Felipe Montes, Soleura, 26.02.14.
La directora de «Neuland» Anna Thommen con Luis Vélez Serrano, Xenia Keller y Luis-Felipe Montes de PuntoLatino en Soleura
Um es gleich vorwegzunehmen: Neuland hat auch uns begeistert!
— Von Xenia Keller (Uni BS) © PuntoLatino —
Mit einem ehrlichen Blick, einem grossen Gespür fürs Zwischenmenschliche und einem ebenso feinfühligen Humor, führt Regisseurin Anna Thommen ihr Publikum hinter die Mauern einer Basler Integrationsschule. Hier sollen junge MigrantInnen innerhalb von zwei Jahren die Sprache und Kultur der Schweiz kennenlernen und eine Ausbildungsstelle finden. Grosses Glück haben sie mit Lehrer Christian Zingg, der die jungen Ausländer um jeden Preis auf ein selbstständiges Leben in der Schweiz vorbereiten will.
Die Welt in Zinggs Klassenzimmer
Venezuela, Afghanistan, Serbien oder Türkei – in der ersten Schulstunde stellen sich die SchülerInnen vor und stecken dabei ihre Reiseroute in die Schweiz auf einer Weltkarte ab. Sie haben verschiedene Wege hinter sich: Während der 19-jährige Ehsanullah aus Afghanistan hohe Schulden und eine einjährige Reise zu Fuss, im Auto und im Gummiboot in Kauf nehmen musste, reiste ein anderer per Direktflug aus Pristina ein. Während sie auf unterschiedlichsten Wegen und unter ungleich schweren Bedingungen ihre Heimat verliessen, landeten sie alle in der Integrationsklasse bei Lehrer Christian Zingg in Basel. Dieser nimmt seine Aufgabe sehr ernst und erklärt ihnen: „Hier in der Schweiz kenne ich mich aus und hier kann ich Ihnen den Weg zeigen».
„Wer an seine Chancen glaubt, der kann auch gewinnen!»
Diese Chance sollen sie wahrnehmen. Für private Probleme hat Zingg zwar Verständnis, lässt sie aber gegenüber der Schule nicht als Entschuldigung gelten. Als Ehsanullah die Schule verlässt, um zu arbeiten und seiner Familie finanziell zu helfen, lässt Zingg nicht locker. Ehsanullah muss eine Lösung finden, die nichts damit zu tun hat die Schule aufzugeben. „Es ist mir nicht egal, was mit Ihnen passiert», erklärt er seinen Schülern, als sie wissen wollen, wieso er sich eigentlich so für sie einsetzt. „Ich könnte als Gymnasiallehrer mehr verdienen und weniger arbeiten, aber ich liebe diesen Job». Das spüren sie und dafür schätzen und mögen sie ihn. Es sei diese Beziehung von Lehrer Zingg zu seiner Klasse, die sie unglaublich beeindruckt habe, betonte Anna Thommen in Solothurn.
Auf seine ehrliche und bestimmte Art steht er den Schülern auch bei ihrer schwierigsten Aufgabe zur Seite – der Suche nach einer Schnupperlehre. Hohe Erwartungen, wie Nazlijes Traumberuf Primarlehrerin, muss er enttäuschen. Die Möglichkeiten für junge Migranten in der Schweiz sind begrenzt. Dennoch schafft es Zingg, seine Schüler immer wieder zu motivieren. „Wer an seine Chancen glaubt, der kann auch gewinnen», glaubt er und verweist auf den FC Basel, der kurz zuvor gegen Manchester United gesiegt hat.
Ob es die jungen Migranten schaffen, sich ein selbstständiges Leben in der Schweiz aufzubauen und ob sie schliesslich „dazugehören», das bleibt die grosse Frage.
Thommen nimmt ihr Publikum mit hinein in einen Alltag, der sich fernab vom gewohnten Blick am Rande der Gesellschaft abspielt. Packend vom ersten Moment an, dabei stets authentisch und ehrlich, ist „Neuland» ein notwendiger Beitrag zum besseren Verständnis von Integration, wie sie sich in unserem täglichen Zusammenleben darstellt.
Le capital humain de la migration: une richesse que la Suisse doit apprécier
— par Luis Vélez-Serrano de © PuntoLatino —
«Neuland» montre des jeunes migrants pendant une période scolaire de deux ans dans une salle de classes à Bâle. Sont des jeunes plein de espoir mais aussi des incertitudes. Ils viennent de Afghanistan, Kamerun, Serbien und Venezuela. Ils doivent faire face à une multitude de obstacles: leur status, leur apprentissage, des dettes, de l’aide à leur familles, des problèmes psycologiques, leurs rêves qui ne correspondent pas à la réalité et tout cela sans compter les barrières qui représentent une langue et une culture étrangère.
Chaque élève est un univers: rêves, angoisses, envie de réussite, etc. La lutte est dure pour eux mais aussi pour le maître. Christian Zingg, doit leur apprendre à avoir confiance en soi-même, il doit se garder de donner des faux espoirs et en même temps il doit leur rendre capables de s’insérer dans une nouvelle société, celle que sera la sienne.
Ehsanullah, un jeune afghan de 19 ans semble être celui qui a plus de problèmes à s’intégrer. Néanmoins c’est lui qui attire le plus la sympathie des spectateurs du filme. Dans la discussion qui a suivi la présentation du film à Soleure, nous nous informés par Christian Zingg, que Ehsanullah travaille dans un restaurant et qu’il cherche une place d’apprentissage pour suivre le métier de cuisinier.
C’est qui a ému le public, c’est la richesse humaine de ces hommes et de ces femmes et aussi celle de l’enseignant engagé. Difficile à décrire l’émotion qui s’empare du public sous la forme d’une ovation serrée. Une reconnaissance à ces êtres en quête de leur destin, à cet enseignant dévoué mais aussi à la réalisatrice du filme et son équipe.
«Neuland» a su s’imposer à dix autres filmes en compétition et il a emporté le Prix du public. Au Zurich Film Festival «Neuland» remporta le prix dans la catégorie des documentaires en langue allemande.
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Jóvenes migrantes – una perspectiva humana
Por Diana Arenas de © PuntoLatino
Sin duda el tema de la inmigración está constantemente presente en las mentes de los ciudadanos de Suiza y en general de Europa. Día a día los diversos medios nos informan entre otras cosas sobre las cuotas de ingreso de extranjeros, sobre el problema del costo de las viviendas en la ciudad que por más demanda incrementan y sobre el mercado laboral afectado por el cambio en la población. En la política es una constante que se refleja sobre todo a través de las argumentaciones emocionales de los partidos populistas y los resultados de las votaciones directas. Asimismo somos conscientes de los conflictos y problemas en otros países, abusos de poderes que llevan a guerras civiles y muertes de miles de personas y la impotencia que sufren los ciudadanos comunes y corrientes que sólo quieren paz, estabilidad y seguridad para sus familias.
Sabemos de esta realidad, pero ¿hasta qué punto y desde cuál perspectiva?
Con una cercanía y hasta cierto punto con mucha intimidad el filme «Neuland» nos presenta a una clase de jóvenes extranjeros en una escuela de integración estatal en Basilea. En dos años se les da una «introducción» a los adolescentes a la cultura suiza, aprenden el idioma y lo básico que tienen que saber para comenzar una nueva vida en este país. El documental sigue durante sus estudios de cerca a este grupo, todos ellos se enfrentan no sólo a la dureza de convertirse en adultos, sino lidian con circunstancias ajenas y difíciles. Los países de los que provienen, como por ejemplo Afganistán o Serbia, han sido y siguen siendo focos de conflicto y pobreza. Extrañan a sus familias y amistades, su tierra, su cultura y a la vez se sienten perdidos. En dos años poco a poco aprenden y mejoran su nivel de alemán, se trazan metas, encuentran amigos y se integran en esta sociedad. Algunos de manera más fácil con más sonrisas que lágrimas, otros con mayores dificultades pero siempre con el apoyo que parece incondicional del profesor Herr Zingg que a través de toda la película muestra un gran corazón y mucha voluntad de que sus alumnos salgan adelante.
Con una fina dramaturgia, altos y bajos, alegrías y tristezas este documental capta la atención de inmediato, cautiva, emociona, hace reflexionar y abre una nueva perspectiva hacía las vivencias de estos migrantes jóvenes. Tal vez es acertado el comentario de mi amigo suizo NW que al final del filme dijo:
«Esta película la deberían ver todos los suizos, debería ser obligatoria».
Diana Arenas, Zúrich, 23 de abril del 2014
Los redactores de PuntoLatino junto al afiche del filme ganador «Neuland» en Soleura
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