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El placer es mío: un retrato honesto sobre relaciones románticas y sexo con perspectiva femenina
A propósito del filme de Elisa Miller (México 2015), nota de Rocío Robinson, redactora de PuntoLatino
En «El placer es mío» podemos ver la historia de una pareja mexicana. Rita es académica y Mateo es mecánico. Los dos están apasionadamente enamorados, dejan la ciudad, y tratan de comenzar una vida nueva en la hacienda del padre de Mateo. Sobre todo, ellos disfrutan vivir el momento, hacer el amor varias veces al día y comer juntos. Su vida idílica en el campo no dura mucho tiempo ya que los celos y la infidelidad destruyen su cercanía. Al transcurso de la historia podemos ver que Mateo es un hombre taciturno, depresivo y enojado. Rita por el contrario es fuerte y intelectual, pero muy aferrada a su novio. Pronto, la falta de comunicación desata la violencia que llevará al fin de la pareja. La directora Elisa Miller nos muestra un retrato honesto con perspectiva femenina de su drama de relación entre hombres y mujeres donde las ilusiones se destrozan y el sexo es mercancía abundante.
La súper simpática actriz Flor Edwarda Gurrola estuvo presente en el Zürich Film Festival y PuntoLatino al igual que el público pudo conversar unos minutos con ella después de la proyección.
— La película es muy interesante y me impresionó mucho el personaje de Rita. Ella es muy fuerte, pero en general tengo la impresión que la película perpetúa prejuicios estereotipados con respecto a las cuestiones de género y las relaciones entre hombres y mujeres en Latinoamérica. ¿Qué cree usted?
— Sí vemos que al comienzo Rita y Mateo viven en el paraíso y lo único que hacen es comer, hacer el amor y dormir. ¡Pero vemos también como ese idilio se va al diablo! Bueno, en realidad lo que tratamos de hacer es mostrar a una pareja joven donde la relación se deteriora enfrente de nosotros. Es difícil ver como su amor se destruye y aceptar que Mateo nunca será feliz con solo una mujer. Algo muy fuerte que surge es que Mateo también es una víctima. Él no es capaz de expresar sus emociones o de comunicarse efectivamente. En cierto modo, los dos son víctimas de un sistema que no funciona. Es el sistema que les falla. No queríamos una protagonista débil, pero Rita también es víctima de un sistema fallido. Por otro lado, si su relación termina, es también una oportunidad para un nuevo comienzo. Metafóricamente queríamos dar un sentido de esperanza quizás al final.
— Hay mucho sexo en la película. ¿Cómo se las arregló para el rodaje?
— ¡La verdad es que a veces fue muy difícil! Por ejemplo, de vez en cuando me preocupaba cómo me veía o si era una representación auténtica del personaje. Pero Fausto Alzati (el actor que protagoniza el papel de Mateo) y yo nos llevamos muy bien. Todo el mundo fue súper profesional y compartíamos la misma visión de lo que queríamos producir. Sí, la tarea supuso todo un reto porque el sexo comienza siendo algo dulce y tierno, algo lindo. Pero al final, lo único que los conecta es el sexo. Vemos como algo bonito se pudre y la última escena es una violación. Eso fue muy difícil de interpretar, también porque no quería que Rita fuera una víctima más, aunque lo termina siendo.
— ¡Gracias!
La actriz Flor E. Gurrola rodeada de los redactores de PL, Rocío Robinson y Luis Vélez Serrano