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Celso Piña: “¡Arriba México!, “¡Arriba Latinoamérica!, ¡Somos el sabor del mundo!”
Una noche entre rock negro y cumbia el mexicano „Rebelde del Acordeón“ tributó homenaje a Gabo entonando «Macondo»
Nota de Julie Bauer de ©PuntoLatino sobre el segundo día del Festival Paléo, Nyon 18 de julio 2017.
Belice presente: Invitación al viaje con The Garifuna Collective
El Village du Monde empezó su programa con The Garifuna Collective. Este grupo de Belice, celebra su cultura que es fruto de un mestizaje entre los autóctonos y los esclavos africanos escapados de un barco negrero que se encalló en 1675, cerca de esta tierra caribeña. A veces tintada de melancolía, otras veces fiestera y exuberante, la música característica del grupo lleva el compás, usa su propio idioma, se viste de un swing caribeño y recurre a la polifonía. [Foto: © Lionel Flusin, The Garifuna Collective presenta a Paléo su estilo único]
El retorno poderoso de Midnight Oil
Sin embargo, la sensación de este día tuvo lugar a las seis, en la Grande Scène. Habitualmente, a esta hora, los visitantes del festival empiezan a llegar y aprovechan para pasear por el recinto. Pero hoy, más valía darse prisa para no perderse uno de los conciertos que se retendrá seguramente en la hora de cerrar esta edición. Los australianos de Midnight Oil estaban de vuelta después de un parón de 15 años. Un descanso que les ha sido muy saludable, por lo visto, tanto la energía dada durante el concierto, la potencia de este rock ochentero y el intercambio con el público daban gusto. Muy comprometido en asuntos relativos a la ecología, Peter Garrett, el cantante y exministro del medio ambiente, no desperdició esta oportunidad para hacer pasar sus mensajes. Entre otras cosas, afirmó: “La diversidad musical es tan importante como la biodiversidad”. Después de noventa minutos intensos, el gigante calvo acabó el concierto en total comunión con los espectadores al cantar los grandes éxitos “Beds Are Burning” y “The Dead Heart”.
Todos bailan al son de las cumbias del «Rebelde del Acordeón»
Aún con el refrán pegado en la mente, ya era tiempo de cambiar totalmente de ambiente con la cumbia del mexicano Celso Piña. Muy animado, no tardó en llenar la tienda del Dôme, con gente bailando. Marcando el final de sus canciones con gritos tales como “¡Arriba México!, ¡Arriba Monterrey!” o “¡Arriba Latinoamérica!, ¡Somos el sabor del mundo!”, le correspondían cada vez los gritos de la muchedumbre. Al llegar el momento de tocar la canción “Macondo” que se refiere al libro “Cien años de Soledad”, Celso Piña rindió homenaje a su fallecido amigo Gabriel García Márquez, animando a la gente a leer esta obra maestra. No faltaron todos los grandes éxitos, entre otros, “Rosita” o “Cumbia sobre el río”. Pero dejo también lugar a temas más melancólicos, tal como la canción de Enrique Bunbury, “Aunque no sea conmigo”. El concierto se acabó como se debía, con “una canción estrenada en Finlandia, ¡el país más cafetero del mundo!”, la famosa “Reina de cumbias”, que tanto le gustaba a Gabo, y que retomó luego a capela con el público acelerando el ritmo cada vez un poco más. Al despedirse, se dirigió hacia la asistencia, diciendo: “Gracias a la gente suiza. Es la primera vez que estamos en este hermoso país, ¡esperemos volver más veces!”
[© Laurine Mottet. El Rebelde del Acordeón, Celso Piña hizo bailar el recinto con su cumbia marchosa]
Del punk de los Pixies al colombiano sol de Systema Solar
Es brincando con rasgos de acordeón en la cabeza que una parte del público se volvió a trasladar a la Grande Scène para ver a los Pixies y volver al universo más rock, tintado de grunge y de punk. En ésta atmosfera no muy ligera, la flor roja atada al bajo de Paz Lenchantin, daba un toque de color bienvenido. A pesar de presentar muy poca interacción con el público, la actuación del grupo fue eficaz. Sin embargo, la apoteosis llegó al final, cuando se escucharon las primeras notas de “Where is my mind?“, el título que cierra la película “Fight Club”.
Otra vez, para buscar más colores en la música, había que volver al Village du Monde con el grupo colombiano Systema Solar, y su estilo peculiar, el Berbenautika. Este género viene de la cultura pikos, los sound systems ambulantes que se pueden ver en Jamaica así como en la costa caribeña de Colombia, y las verbenas, fiestas populares tradicionales. Con sus ropas roja y amarilla, y su energía comunicativa, los cuatro miembros del grupo se empeñaron en hacer bailar a la gente con su mezcla de hip hop, de salsa, de fusión, de ritmos latinos y de beat box. Mientras tanto en Les Arches, el cantante francés Julien Doré, tenía frente a él un numeroso público conquistado, retomando con él sus refranes debajo de una lluvia de serpentines.
[© Boris Soula El conjunto colombiano de Systema Solar colorizó el Dôme]
Arcade Fire reconquista a Suiza
Después de los Red Hot Chili Peppers el día anterior, Paléo tenía su segunda gran cita con Arcade Fire. Tras algún desamor con el público suizo, era el momento para los canadienses de hacer las paces. El conjunto estaba decididamente dispuesto en conquistar a la audiencia, dándolo todo, empezando su concierto con “Everything Now”, anunciando un espectáculo lleno de juego de luces multicolores, acorde con su nuevo tono más pop, incluso con toques disco. Propuso canciones inéditas que van a salir la semana que viene en su nuevo disco, intercambiando canciones lentas con canciones más rockeras, sin que decaiga el ambiente. Con «Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)», el escenario se volvió como una bola de espejos, y los 40’000 espectadores sacaron sus móviles encendiendo la Plaine de l’Asse con miles de lucecitas, convirtiendo la noche en una velada mágica. El concierto se terminó con un encadenamiento de los más potentes con “Creature Comfort”, “Neighborhood #3 (Power Out)”, “Rebellion (Lies)” y “Wake Up”, dejando la asistencia atónita. ¡Sin lugar a duda, regresarán a Suiza!