| LITERATURA |
García Márquez: La hierba de Ginebra es igual a la que se ve desde la ventana de Aracataca
Homenaje a escritores del boom latinoamericano por Eduardo Widakowich de PuntoLatino
Donde el hombre va, lleva su novela. Cuatro escritores representativos del «boom» latinoamericano estuvieron en la Ciudad de Ginebra como diplomáticos, reporteros y traductores.
En momentos, en que los Organismos Internacionales (OIs) intentan cambiar la percepción sobre la Ginebra Internacional (International Geneva Perception Change Project), las apreciaciones sobre la Ciudad de Ginebra en la(s) obra(s) de Julio Cortázar (1914-1984), Octavio Paz (1914-1998), Carlos Fuentes (1928-2012), y Gabriel García Márquez (1927-2014), adquieren relevancia, dejando como legado: cuentos, ensayos e impresiones sobre la Roma protestante.
Octavio Paz, el joven poeta bárbaro
Octavio Paz reniega su pasado diplomático, por lo que aproxima lo internacional de una manera indirecta. Su discurso de aceptación del Premio Nobel de literatura en 1990, remite a la crisis de la modernidad, y manifiesta su inconformismo frente al determinismo histórico:
Vivimos la crisis de las ideas y creencias básicas que han movido al mundo.
Las puertas de la percepción se entreabren y aparece el otro tiempo: el presente, que es el manantial de las presencias para el poeta. Pensar una filosofía del presente significa recuperar: El espíritu crítico,
Los estados se derrumban, las Iglesias se disgregan o se petrifican, las ideologías se disipan pero la poesía (y la literatura) permanecen (y trascienden)
Piedra de Sol, poesía circular ligada al calendario azteca, no es sólo la historia de un fracaso amoroso, es el diálogo de Octavio Paz con su interior y el mundo que lo rodea. El autor refiere al orden internacional y sus instituciones como:
las máscaras podridas
que dividen al hombre de los hombres,
al hombre de sí mismo,
Octavio Paz representó a su México natal como Encargado de Negocios ante los Organismos Internacionales con sede en Ginebra en el año 1952. Antes trabajó en la Embajada de México en Berna, como lo demostró y exhibió el Embajador Jorge Castro-Valle en PuntoLatino (→ ver). Venía de la India y Japón, viviría los «años memorables» de su vida a su regreso a la India como Embajador. En el interludio, animó junto a Emmanuel Carballo y Carlos Fuentes la Revista Mexicana de Literatura. [Gráfico: Roberto Bobrow]
Carlos Fuentes, dos veces bueno
Carlos Fuentes, residió en Ginebra en 1950, por un período de dos años. Secundó al entonces Embajador Roberto Córdova, representante ante la Comisión de Derecho Internacional, ejerció como delegado ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y completó sus estudios en derecho Internacional en el Instituto de Altos Estudios Universitarios de Ginebra (Graduate Institut).
En su ensayo, un Alma Pura, Carlos Fuentes, presenta sus amoríos como impresiones sobre la Ciudad de Ginebra:
Escribiste que había dos Ginebras. La ciudad convencional y ordenada que Stendhal describió como una flor sin perfume; la habitan los suizos y es el telón de fondo de la otra, la ciudad de paso y exilio, la ciudad extranjera de encuentros accidentales, de miradas y conversaciones inmediatas, sin sujeción a las normas que los suizos se han dado liberando a los demás.
Ginebra no fue la segunda patria de Carlos Fuentes, lo fue más bien Santiago de Chile, encontró el cosmopolitismo, por primera vez en Londres. Carlos Fuentes completaría la ambición de su padre al ser nombrado Embajador en París, diez años después de la publicación de su primera gran obra La región más transparente en 1958. Si bien no obtuvo el Premio Nobel de literatura, sintió que los escritores de su generación fueron reconocidos, cuando Gabriel García Márquez lo recibió en 1982. [Gráfico: L. Cornejo]
Gabriel García Márquez, colombiano errático y nostálgico
El primer destino europeo de Gabriel García Márquez como reportero fue la Ciudad de Ginebra en 1955. Como periodista de El Espectador cubrió la conferencia de los «Cuatro Grandes Compadres» en plena Guerra Fría. Si bien la Cumbre daría lugar a un periodo de distensión y al renacimiento del Espíritu de Ginebra, en un discurso pronunciado por el Presidente norteamericano Eisenhower.
La crónica de García Márquez daría cuenta de la protocolización de las sonrisas, la diplomacia del whisky como de la indiferencia de los habitantes de Ginebra frente a la Cumbre de los Cuatro Grandes. Para el colombiano,
La hierba de Ginebra es igual a la que se ve desde la ventana de Aracataca (…) La gente se viste igual que en Barranquilla
En la búsqueda de su identidad, García Márquez partió hacia Roma para estudiar cine y posteriormente a París. En su discurso del Premio Nobel de Literatura de 1982, La soledad de América Latina, el colombiano contrapone el eurocentrismo a la interpretación de la realidad latinoamericana,
Tal vez, la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de analizar lo latinoamericano a través de su propio pasado. En el siglo XVI, los pacíficos suizos de hoy, que nos deleitan con sus quesos mansos y sus relojes impávidos, ensangrentaron a Europa como soldados de fortuna.
Para García Márquez, «la soledad de América Latina», es producto de la confusión entre la terquedad de los hombres y la leyenda, dado que las sociedades latinoamericanas enfrentan un desafío mayor: La insuficiencia de recursos convencionales. [Gráfico: Lubi Moreno]
Julio Cortázar y sus amigos del boom
Julio Cortázar trabajó como traductor temporero en Ginebra, al menos en tres ocasiones. Dos meses antes de la llegada de Gabriel García Márquez, el autor añoraraba su regreso a París.
El cuento Las caras de la medalla, revela la enigmática relación de una mujer soltera y un hombre casado que trabajan en el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN). La dedicatoria del cuento es enigmática,
Al que un día lo leerá, ya tarde como siempre
Según Julio Cortázar:
De día en Ginebra están las Naciones Unidas, pero de noche hay que vivir.
Durante su visita del año 1966, el autor rememora su pasión por la música asistiendo a un concierto de Thelonoius Monk y Charles Rousse. Para el autor de Rayuela, el jazz de aquella noche:
Se llevó consigo, a la estatua de Calvino y a los cronómetros Vacheron Constantin en un viaje por el Sistema Solar.
Cortázar compartió su pasión por el jazz y la literatura con García Márquez y Carlos Fuentes en un viaje conjunto para solidarizarse con la primavera de Praga en diciembre de 1968. Fueron invitados por Milan Kundera. Cuenta este último, que el postfacio de traducción al checo de Cien años de Soledad fue su primera obra proscripta.
En La insoportable levedad del ser, Kundera contrapone la Praga de la cortina de hierro a la Ginebra capitalista. Dr. Fischer de Ginebra de Graham Green reafirma esta imagen, insistiendo en la neutralidad suiza, neutral para con los afectos.
Tras la muerte de Cortázar, Carlos Fuentes y García Márquez se movilizaron por el establecimiento de una cátedra de literatura latinoamericana en Europa. Alcanzaron el objetivo en México.
Cortázar visitó a Octavio Paz en la India, hubiera querido bautizar su antinovela Rayuela como Mándala. Frecuentó a García Márquez, Mario Vargas Llosa y a la editora del boom, Carmen Balcells, en Barcelona.
Cortázar también mantuvo relación con Jorge Luis Borges, quien publicara la primera novela de Cortázar: Casa Tomada en Bestiario. Gracias al boom, autores como Alejo Carpentier, y Jorge Luis Borges, fueron descubiertos por lectores, en tanto que reconocidos por los escritores de la generación que los sucedió.
Jorge Luis Borges, el profesor
La literatura y la poesía de Jorge Luis Borges sobre Ginebra, comprende unas treinta y cincos páginas, refleja la imagen de una ciudad mítica, o de un mito que sirve a descifrar la realidad.
Los escritores del boom estuvieron de paso por la Ciudad de Ginebra, Borges se formó en el Collége Calvin y residió en Ginebra, contra su voluntad (?), durante sus últimos años. Borges amó el carácter cosmopolita como los valores y la importancia de los padres fundadores de la Ciudad, haciendo de la Ciudad de Ginebra una alianza entre tradición y modernidad. Para el autor,
A diferencia de otras ciudades, Ginebra no tiene énfasis,
París no ignora que es París, Londres sabe que es Londres,
Ginebra sabe a penas, que es Ginebra. Las sombras de
Calvino, Rousseau, Amiel y Ferdinand Holder están presentes,
pero nadie cuenta esto al viajero.
Ginebra es un poco como Japón,
se ha renovado sin perder su pasado.
Las callecitas alpinas de la ciudad vieja están allí,
como las campanas y las fuentes,
pero también está la gran ciudad de las librerías,
la de los comerciantes occidentales y orientales.
Para Jorge Luis Borges, Ginebra tiene algo especial,
De todas las partes del mundo que un hombre busca en el curso de sus viajes. Ginebra es la más propensa a la felicidad. A partir de 1914, el debo el descubrimiento, del francés, el latín y el expresionismo, Schopenhauer, la doctrina de Buda, el taoísmo, Conrad, Lafcadio Hearn y la nostalgia de Buenos Aires. También la amistad, el amor, la amistad, la humillación, y la tentación del suicidio. Todo es agradable en el recuerdo, también los desafíos.
A modo de epílogo
Entender la posición de los escritores del llamado boom editorialista latinoamericano, supone comprender el diálogo interior del escritor. Los latinoamericanos son y no son europeos. Se debaten entre nativismo y cosmopolitismo, aislacionismo y europeísmo. A diferencia de la literatura angloamericana que coincide con el ascenso histórico de los Estados Unidos como potencia mundial, la literatura latinoamericana presenta desventuras políticas y convulsiones sociales.
Entre tanto, mientras que la Latinoamérica remite a la Contrarreforma y al carácter peninsular de España y Portugal, la literatura angloamericana se identifica en el carácter insular y protestante de Gran Bretaña. Quizás esto último haga a las diferentes percepciones sobre habitar y estar de paso por la Ciudad de Ginebra.
Haber sido un día la Roma protestante para esta Ciudad, ha dejado sus huellas psicológicas. La Ciudad se piensa como centro del mundo, creando obligaciones morales. Esto más el legado de las sombras de Rousseau, hacen que la ciudad se considere rousseauniana antes de la llegada de Rousseau. En contraposición, las historias de nuestros escritores del boom latinoamericano, provienen de sociedades más jóvenes.
Constituyen en definitiva, las historias de amor, de la búsqueda de la identidad como de las diferentes tensiones que hacen a la literatura. Se trata en definitiva de un diálogo entre el hombre y su relación con exterior.