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Carminho lleva el fado en la sangre y lo encarna con amor y alma
— Nota sobre el concierto del 25.02.2016 en Zúrich, por Dr. phil. Rocío Robinson, redactora de ©PuntoLatino
En su concierto del viernes 26 de febrero 2016 en el Kaufleuten de Zúrich, Carminho cantó con el alma y fascinó a todos los presentes. En el escenario la acompañaron Luís Guerreiro en guitarra portuguesa, Flavio Cardoso en viola fado, José Marino de Freitas en el bajo e Ivo Costa en percusión. Su nuevo disco se llama “Canto”, y la protagonista es reconocida por su voz profunda y melódica. Ya famosa en Portugal, es considerada una de los mejores talentos del nuevo Fado.
Carminho es una joven cantante de 31 años y con tan sólo su tercer disco en una carrera que ya es una de las más notables del género musical, comienza a robarse los corazones de públicos en escenarios internacionales. Nació en Lisboa, hija de la cantante portuguesa de fado Teresa Silva. A los doce años cantó por primera vez en el Coliseo, una de las salas de espectáculos más importantes de Lisboa y a partir de ahí empezó a cantar regularmente en el Embuçado Taverna, una afamada taberna de Lisboa que es propiedad de su madre. Fado siempre ha sido su destino. Su primer álbum se titula, «Fado» y en él descubrió su identidad dentro del género. Desde un comienzo, Portugal se rindió a su voz y las puertas del mundo se le abrieron. Después de «Fado», vino «Alma», y ahora «Canto».
Fado es más que un genero de música, es herencia y patrimonio nacional de Portugal. Carminho lo lleva en la sangre y lo encarna con amor y alma. Canaliza bien la trágica melancolía, la nostalgia profunda, y el dolor emocional. Pero todo esto lo hace con pasión y una gran sonrisa al final de cada canción. Entre otras canciones, en el concierto ofreció temas nuevos y originales como «Bom Dia, Amor» inspirada por los poemas del gran escritor y poeta portugués Fernando Pessoa y cantó covers de los cantantes y compositores brasileiros Chico Buarque y Vinicius de Moraes («Saudades do Brasil em Portugal»).
Hablé con ella después del concierto y le pregunté ¿cómo maneja un equilibrio en el escenario entre la tristeza de las canciones y su carácter efervescente? Con un acento perfecto en español, me respondió, «Fado es la vida. Es tristeza, pero también amor y felicidad». Agregó que le encantó y apreció mucho cantar en Zürich para un publico tan querido.
Carminho envía un saludo a los lectores de PuntoLatino a través de nuestra redactora Rocío Robinson