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Yilian Cañizares renombrando a sus dioses ancestrales inauguró la temporada en el Moods de Zúrich
Una impresión del concierto en el Moods de Yilian Cañizares (Cuba, world, cuban jazz) el 14.09.13. (*)
Paulo González Ramírez de © Punto Latino
Muy puntual para comenzar la temporada en el Moods. Ya terminado el verano comienza una época de música en el lugar. Y siempre es así, los pájaros regresan al sur y algunas estrellas se nos aparecen en la noche oscura de Zürich. Yilian Cañizares es una de ellas, definitivamente. Y así como tenía que ser me presenté en la locación que todos conocemos para escuchar y ser partícipe de esa noche especial. Con un buen vino cortesía de la casa no estuvo nada mal. Conocer de la calidad musical no es lo mismo que escucharla en vivo y a todo color, percibir un aroma no es lo mismo que soñarlo.
¿Ella es violinista y cantante a la vez?, –me preguntó mi acompañante. Sí, no lo ves –murmuré asombrado. ¿Lo habías visto? Pues no sé si la primera, pero de verdad que lo hace bien.
Y es que la artista cubana que vive en Lausana tiene un talento musical enorme, hay personas dotadas de algo mágico y ella es una, como la mariposa de su última canción, quitándole un poco el tono político de sus estrofas. Pero su arte no es político, es música al fin y al cabo. Se tiene desde el nacimiento y se estudia además. Cómo no decir, la artista adquirió sus conocimientos en las isla, influencia de la academia rusa, reconocimiento que habría que hacer a la escuela musical de la que formó parte, aún más conociendo las desventajas económicas que vivió y vive el paraíso caribeño.
Su concierto fue minutos que consumaron una hora y media placer y de mucha sensibilidad. Gran calidad musical de todos en el escenario, con una mixtura fresca y llana, rítmica y soberana, porque la presencia escénica estuvo fantástica. El rito lo llevaron fenomenalmente y tengo que decir que durante todo el concierto no dejé de prestar atención en un solo momento, lo que me hace reflexionar que estaba en frente de una gran estrella musical, un grupo de artistas.
Su ritmo es tropical, buscando y renombrando a sus dioses ancestrales, no dejó de hacerlo un sólo momento durante el concierto, marcado por una gran cantidad de jazz y fusión, con algunas recuerdos de la isla como Te amaré o algo pequeño de Feliciano, nos tiñó de un gran espectáculo y porque no, nos enseñó algo del Orishas.
A mí personalmente me faltó su voz, que creo podría mejorar mucho más al soneto de algunas poesías que cantó maravillosamente. No es que le quite mérito, pero la gran profesionalidad musical hace ver que la voz no es su fuerte, pero es muy buena.
Yilian baila y lleva el ritmo en su sangre, llora un dolor ajeno, porque su música no es alegría exclusivamente, es sentimiento. En sí, una gran noche donde las estrellas en Moods volvieron a brillar, a sonar.
Zúrich, 14.09.13. Paulo González Ramírez de © PuntoLatino
(*) Yilian Cañizares vocal, violín, Jerry Leonide piano, David Brito bajo, Cyril Regamey percusión.
