| CONCIERTOS NOVIEMBRE 2022 | MÚSICA DE CÁMARA |
Klassik & Comedy – Orquesta del Musikkollegium Winterthur
— Stadthaus Winterthur, viernes 18.11.2022, 19h30–21h30
— Stadthaus Winterthur, sábado 19.11.2022, 19h30–21h30
— Orquesta del Musikkollegium Winterthur, bajo la dirección de Roberto González-Monjas
Lapsus con algunos de sus números más populares como «Treadmill», «Figure Skating», «Indoor Surfing» a.o. con música de Johann Strauss Sohn, Johannes Brahms, Dmitri Shostakovich a.o.
Martin O. con Rap, «Cosmophon», «Sidi Abdel Assar» a.o.
Obras orquestales de Maurice Ravel, Wolfgang Amadeus Mozart y Sergej Prokofieff
Cuando Lapsus actúa, nada puede salir mal, porque Theo Hitzig y Bruno Gschwind garantizan la mezcla de cosas. Rompen a sudar en sus cintas de correr y recorren el escenario en piruetas salvajes. El artista de la voz Martin O. entona con encanto, humor y vertiginosa polifonía tanto sus propias creaciones como los clásicos en perfecta interacción con la orquesta. Además, no sólo está dotado de una extraordinaria voz, sino también de una innovadora tecnología de bucle. Entre medias, el Musikkollegium Winterthur, bajo la dirección de su carismático director titular Roberto González-Monjas, interpreta obras orquestales muy conocidas y llenas de vida. En definitiva, una combinación explosiva, melodiosa, retorcida y sorprendente de comedia y música clásica, que el Casinotheater y el Musikkollegium Winterthur presentan en esta coproducción.
Música de cámara con Roberto González-Monjas
— Stadthaus Winterthur, domingo 20.11.2022, 17h–19h
— Organiza: Musikkollegium Winterthur
Ernst von Dohnányi Sexteto en re mayor, op. 37 para piano, violín, viola, violonchelo, clarinete y trompa (1935)
Bohuslav Martinu Noneto nº 2, H 374
Antonin Dvorak Quinteto de cuerda nº 3 en mi bemol mayor, op. 97
Si hojea los anales, se sorprenderá al saber que una vez -en 1880- la Orquesta Filarmónica de Viena se negó a estrenar la Sexta Sinfonía de Dvorák. Esta música era demasiado mediocre, decían. Desde la perspectiva de Europa Occidental, la música bohemia, morava y checa se asociaba a menudo con una «musicalidad desenfadada», con «melos amantes de la naturaleza» y con sonidos «folclóricos» tomados de las bandas gitanas locales. Fue necesario un gran esfuerzo de persuasión compositiva para disipar gradualmente tales prejuicios, también y especialmente en el ámbito de la música de cámara. No cabe duda de que Dvorák fue un maestro en este campo: escribió sonatas, tríos, cuartetos, quintetos y sextetos en gran número y con una gran variedad de instrumentaciones. En el transcurso de su larga vida como compositor, se dedicó al cuarteto de cuerda en solitario, la disciplina suprema de la música de cámara artística, 15 veces… con resultados impresionantes. Bohuslav Martinu, procedente de Bohemia del Este, y el húngaro Ernst von Dohnányi hicieron lo mismo una o dos generaciones más tarde, por lo que el Noneto de Martinu -una rara instrumentación de música de cámara- fue completado por el compositor sólo poco antes de su muerte y puede considerarse hoy como su legado camerístico.