| ENTREVISTAS TEATRO | 2024 |
«Tengo 35 años, empecé a luchar a los 14 y eso es lo que llevo al escenario»
Entrevista a Malicho Vaca Valenzuela, autor de «Reminiscencia»
«Reminiscencia» se presentó en el Théâtre Vidy, Lausana, del 4 al 8 de diciembre 2024. Con autorización del Théâtre Vidy traducimos al español la entrevista que le hiciera en francés, el Festival TransAmériques (©FTA). Foto: @Patricio Rojas, FTA.
— Reminiscencia es el resultado de la búsqueda, durante la pandemia, de una forma narrativa basada en fotografías. ¿Cómo ideó Usted la dramaturgia de esta experiencia, que inicialmente era 100% virtual?
— Inicialmente, se hizo para una sola persona a la vez, como Paranoia, en la que guié un recorrido por un lugar, vía WhatsApp, en busca de un tesoro. Se fue construyendo iterativamente en diálogo con las personas a las que se lo ofrecí y que luego lo regalaron a otras personas atrapadas en otros lugares de Santiago. El proceso de investigación se alimentó de sus comentarios emocionales. Luego, propuse en Instagram, vivir la experiencia y confrontarme con desconocidos en Bolivia y Argentina, y me atreví a contactar con personalidades del mundo de las artes que me alimentaron con teorías sobre el teatro inmersivo o documental, la cultura popular, la última vanguardia chilena, etc.
Construí Reminiscencia sobre la premisa de que mis palabras eran la única forma de dar vida a la esfera virtual. Para recordar algo del teatro, todo tenía que salir de mí sin necesidad de escribir. Asumí la idea de que el escenario está vivo, de que el tiempo de la obra lo determina mi respiración, mi estado de ánimo del momento. El texto se ha ido coagulando de alguna manera a lo largo de las representaciones. Lo llevo de tal manera que surge como un gesto escénico. Y cuando no estoy limitado por los subtítulos, varío la narración, los archivos que muestro… El flujo de la obra debe permanecer libre, como el de la memoria.
— ¿Han cambiado algo las representaciones teatrales en sala?
— Poner la obra en modo presencial le dio una dimensión totalmente nueva. La primera vez que la representé, se cayó Internet al principio del espectáculo. Tuve que recurrir a mi narración oral, creando una miniobra a partir de los archivos de mi ordenador. La cuarta pared desapareció y la pantalla se convirtió en una especie de esquina de fuego en el que la gente podía calentarse escuchando una historia. Hubo momentos en los que se rieron, otros en los que se les partió el corazón. Los sentí que estaban conmigo en este viaje en busca de algo, de un significado que surge de la intersección de anécdotas.
Y allí me di cuenta de que la obra, en modo presencial, no señala con el dedo a nadie ni denuncia a nadie, que trata simplemente de la revolución de la ternura. Trata del amor, de las relaciones familiares, de toda una vida saliendo a la calle para exigir el derecho al agua, a la vivienda, a la educación… Tengo 35 años, empecé a luchar a los 14 y eso es lo que llevo al escenario. Estoy en proceso de crear una legión de personas para esta revolución de la ternura.
— Memoria y territorio están en el centro de su trabajo. ¿Cómo se relacionan?
— Los incas se referían a Chile como el fin del mundo y no quisieron construir allí nada de importania. La comunidad mapuche, con la que me identifico, no tiene edificios patrimoniales. Como la naturaleza es nuestro patrimonio espiritual, la cartografía del territorio es trascendente. En Chile también hay mucho sedimento. Si cavo un hoyo, encuentro varios tipos de minerales, pero también una enorme cantidad de memoria. Entre ellos, los huesos de innumerables desaparecidos a causa de la dictadura o del narcotráfico. Observar la tierra y los detalles que la marcan nos da la oportunidad de tejer una realidad, de tomar conciencia de lo que el país ha guardado bajo tierra.
Cuando muestro un lugar en diferentes épocas, evoco diferentes muertes, algunas de ellas terribles, traumáticas.
Cuando miro el pasado de un lugar, me adentro en la historia e intento crear analogías para entender quiénes somos. Si miramos los detalles con atención, podemos encontrar respuestas sobre cómo recuperar el poder sobre nuestras vidas, de como llegar a ser seres humanos. De lo contrario, el narcotráfico y la crisis económica nos golpearán y nos convertirán en esclavos. Aquí, la gente trabaja 45 horas a la semana para comer; están muy tristes.
Actualmente trabajo con un hombre de 83 años que gracias al proceso creativo, ha descubierto cartas que le han permitido forjar un vínculo con una parte completamente desconocida de su familia. Esto es una prueba más de que el pasado no está tan lejos como creemos y que es realmente importante empezar a contarlo de nuevo porque así es como podemos construir un futuro mejor.
Malicho Vaca Valenzuela
El artista chileno Malicho Vaca Valenzuela lleva 15 años trabajando en el teatro. Se inició en la dramaturgia y la dirección durante su formación actoral en 2013. Desde entonces, ha escrito seis obras y tiene una en desarrollo, todas abordando diversas temáticas como diversidad sexual, género y derechos humanos, cruzadas por la investigación de la narrativa latinoamericana, la memoria, la biografía y las herramientas tecnológicas, estas últimas buscando entregar útiles para la sistematización del proceso creativo en pos de una nueva percepción y aprehensión de la realidad que se plasmará en su obra. (De: Théâtre Vidy)
|| reminiscencia – vidy ||