15josephine coralia2 600x410| TEATRO | CUBA | GINEBRA |

Joséphine o las emociones de los eternos caminantes

— por Yasmina Tippenhauer, para PuntoLatino —

Entras a la sala oscura y te acomodas. Poco sabes de lo que te espera pero al ver el afiche gris de Joséphine piensas en alguna interpretación teatral clásica.

En la escena, dos sorprendentes damas de siglos pasados o más allá, de melenas imponentes, se maquillan y empolvan, rodeadas de sus cachivaches y recuerdos.

La atmósfera burlesca y nostálgica te envuelve, y esperas que una de las dos damas de otros tiempos hable. Josefina dice tener más de 120 años, su reflejo impertinente y aniñado tiene vida propia; ellas son las dos damas. Entonces se llenan de vida, de propósitos, juegos y rítmico toma y daca, revolotean con sus vestidos antiguos y polvorientos, se tiran y jalan entre objetos del pasado y un romántico y olvidado caballito azul.

Cuentan sus peripecias, su lenta odisea llena de aventuras y obstáculos, su caminar y andar por sendas reales, patrias imaginarias, objetivos jamás alcanzados. O quizás… sí.

Caminaron 103 años hacia sí mismas, queriendo llegar a la capital, caminaron por el mundo queriendo partir de su ciudad natal, caminaron para no quedarse sufriendo un destino indeseable, caminaron hacia la libertad.

Y mientras van contando, recordando y peleando, sientes que te toman del brazo, que están contando una historia familiar, en realidad puede ser tu historia, porque, finalmente, no eres tan diferente de esos disfraces, aventuras y búsquedas. ¡Entonces te ríes, lloras, te emocionas, recuerdas, te sorprendes, quieres bailar, abrazar, explotar, compartir!

15josephine coralia3 600x412Cuando crees que todo ha terminado, que tus emociones ya no pueden subir una cuesta más… se apagan las luces y te dispones a dar el aplauso final y… ¡zas! allí es donde y cuando madre e hija, en un papel que sale de la ficción para entrar a la realidad, a tu realidad, te toman de la mano, te hablan a tí, a tu alma, y te dicen adiós. Te zambullen en la intimidad de la confesión, revolotean una vez más para volver a sus personajes, y un magistral juego de cambio de perspectiva y plano, y tú, entre lágrimas y risas, agradeces que pueda haber tanta sinceridad, tanta belleza y tanta alegría en sus historias de vida y en esta obra, y recuerdas que hay tanta humanidad y te reconcilias… con lo que quieras.

De alguna manera, Coralia y Amanda se desvisten ante nosotros, acompañadas por la excelente música de Shama Milán – que contribuye a la intensidad e historicidad de la obra –, revelando su relato personal detrás de la Joséphine pomposa e imaginaria, la de Napoleón y la colonia. Y las dos actrices despliegan todo su talento al cantar, bailar, interpretar, actuar, narrar, reír y… confesar.

Fue un lujo de noche llegar a esa sala de teatro sin esperar nada, y vivir cada instante entre una emoción y otra, sintiendo todo el público embarcado en esa aventura de caminantes con el corazón en la mano.
Y al final de todo, ves al escritor Abilio Estévez ponerse de rodillas ante las actrices, y al director Carlos Díaz aplaudir con creces; quieres sacar la cámara para inmortalizar ese momento único pero es EL momento de decir con tus aplausos GRACIAS, y Abilio se levanta y ya… ya se desvaneció el momento histórico y tú sigues aplaudiendo y simplemente quieres ir a abrazar a las actrices, a Abilio, a Carlos, a Pelé.

Simplemente: ¡GRACIAS!
(No se la pierdan)

Yasmina Tippenhauer, Ginebra enero 2015.

 



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