En cuanto a este proyecto, Jürg Dünki subrayó el profesionalismo de OSEC y de sus socios locales, así como la competencia del representante de OSEC para Latinoamérica Thomas Foerst (ver foto7, ver entrevista de PL a Th. Foerst). A pesar del potencial del mercado brasileño, Dünki confió a nuestros redactores que la entrada a este mercado presenta varias dificultades: rechazo de los clientes brasileños a pagar más, aunque por un mejor ratio precio-calidad; corrupción; saturación en el mercado, etc., y por consecuencia, requiere mucha paciencia.
“Las preguntas siguen siendo las mismas, mientras las respuestas cambian: encontrar nuevas respuestas es el desafío actual para las PyMEs suizas.“ (R. De Weck)
Luego, fue el turno del publicista Roger de Weck (presentado en el editorial de PL oportunamente) quien empezó recordando que a menudo en la vida las preguntas siguen siendo las mismas, mientras las respuestas cambian: encontrar nuevas respuestas es el desafío actual para las PyMEs suizas. De Weck (foto 8) argumentó que estamos entrando en una segunda fase de la globalización, dirigida ya no por las grandes multinacionales sino por los gobiernos (el G-20 sobre todo). En esta fase Suiza tiene desventaja: mientras varias compañías suizas tenían el papel de global players en la primera globalización, como Estado Suiza no tiene ni el peso ni la capacidad para afirmarse a nivel internacional, “por eso es necesario asegurar fuertes relaciones con nuestros socios”.
De Weck destacó la paradoja de Suiza, que tiene una economía muy internacionalista y abierta, mientras la política tiene a menudo una tendencia nacionalista y cerrada al extranjero, con iniciativas demagógicas. Previno que eso puede llevar a tensiones; por ejemplo las políticas restrictivas en el ámbito migratorio pueden impedir la venida de fuerza de trabajo calificada indispensable para nuestra economía. Además, añadió que la tendencia del mercado a crear demasiado grandes jugadores justifica el advenimiento de un Estado más intervencionista, ya que él se tiene como responsable de la sobrevivencia de estas empresas too-big-to-fail. De Weck terminó abogando por nuevos modelos de negocio que sean innovadores y durables, y destacó el papel de las PyMEs en este ámbito, ya que tienen valores sólidos y ofrecen un equilibrio razonable entre diversos intereses (capital/trabajo, producción/naturaleza, etc.).
Gerold Bührer (Presidente de economiesuisse) subió luego al podium y repitió al filósofo griego Heráclito, “Todo está en constante cambio … para los empresarios suizos”. A nivel global, sin embargo, se pueden destacar unos puntos fuertes, ventajas competitivas de la plaza Suiza para empresarios: “Aunque es sólo un ranking entre otros, hay razones por las cuales Suiza es actualmente número uno en el WEF Global Competitive Index”. Bührer mencionó la baja deuda pública, las regulaciones estatales favorables al negocio y las bajas tasas para las empresas. Siguió con la identificación de los factores que le parece fundamentales para un crecimiento económico durable: un acceso asegurado a fuentes de energía, un continuar de innovaciones, la penetración en nuevos mercados, la flexibilidad del mercado laboral, un alto nivel de competitividad. Las relaciones de Suiza con la EU, con el WTO y a través los Tratados de Libre Comercio (TLC) son los mejores caminos para fomentar estos factores a nivel del gobierno: “Debemos recomenzar a tomar el tiempo de recibir a nuestros políticos en nuestros negocios y de dialogar con ellos, de manera a tener leyes que consideren nuestros intereses”, dijo Bührer. El presidente de economiesuisse subrayó también la importancia de la internacionalización en el ámbito de Investigación y Desarrollo (I&D), ya que refuerza una sana competitividad, y terminó, “Swissness debe representar la unión exitosa de innovación y tradición”.
Último orador fue Stéphane Garelli (Profesor en la Univ. de Lausana y en el IMD), se propuso presentar una diferente perspectiva sobre la situación macroeconómica actual. El profesor Garelli (foto 11) argumentó que las respuestas e intervenciones de los gobiernos a la crisis indujeron a un cambio fundamental, desde un capitalismo de empresa (con el valor accionarial como medida central) hacia un capitalismo de estado (con el valor local y la pertenencia a una nación como elementos centrales). La próxima etapa parece ser un capitalismo de sociedad, donde los pueblos tendrán a través la política un poder de control. Además, Garelli diferenció tres etapas en la actual crisis, cada etapa teniendo sus consecuencias propias. Todo empezó en 2008 con la crisis financiera. La consecuencia de ésta son las enormes deudas actuales (públicas y privadas) que deberán ser reembolsadas próximamente. En este proceso existió el peligro de que se formen burbujas (bubbles), sobre todo en bienes raíces. Luego siguió la crisis económica en 2009, con la severa caída de los PIB: “La recuperación no tendrá la forma de V o de U, sino de J invertida, ya que no vamos a volver al nivel pre-crisis”, argumentó Garelli, “además, las economías emergentes tienen ahí la ventaja de que sus consumidores están más dispuestos a gastar que los consumidores de los países desarrollados, ya que éstos tienen todas sus necesidades cubiertas”. Finalmente, la tercera etapa es una crisis social de 2010, con tasas de desempleo dramáticamente altas, particularmente para los jóvenes.
Garelli terminó identificando lo que él considera los cuatro pilares de la actividad económica en los años a venir: 1) el consumo de una nueva clase media en los mercados emergentes, 2) los Negocios Inclusivos (NI) con la llamada Base de la Pirámide, es decir los 4 mil millones de gente con menos de 3200$/año (ver entrevista con D.González de AVINA en PL), 3) las tecnologías propias y sostenibles, 4) el llamado Age & Wellness Business en el Occidente, es decir todo negocio con las gente de edad avanzada como clientes. “Para aprovechar de estas oportunidades, tenemos que cambiar nuestra cultura empresarial del ¿por qué? hacia el ¿por qué no?; lo importante no es tanto lo que pasa en nuestra economía, ¡sino como reaccionamos!”, concluyó Garelli.
(Para © PL, Michaël Tuil y Nicolás Schwarz)
La tarde del segundo día del foro internacional tuvo como tema central el papel de Alemania como el socio comercial más importante de Suiza.
EL ROL DE LAS PYMEs en el mercado europeo y/o alemán
Un panel de expertos discutió sobre los factores que las PYMES deben tener en cuenta para tener éxito en los mercados europeos, en especial el alemán. Catherine Mühlemann (Andmann Mediaholding), Dr. Thomas Borer-Fielding (exdiplomático y empresario), Prof. Dr. Claus Hipp (HiPP GmbH & Co.), Dr. Gerd Meier zu Köcker (VDI/VDE Innovation + Technik GmBH) y Peter Pauli (CEO Meyer Burger Technology AG) hablaron de sus experiencias tanto laborales como privadas y enfatizaron que, aunque Suiza y Alemania tienen mucho en común, no hay que subestimar el mercado y esperar que un producto que tenga éxito en Suiza vaya a también tener éxito en Alemania.
El mercado alemán es muy importante para las PYMES suizas, ya que cuenta con más de ochenta millones de compradores potenciales y es el destino de cerca del 20 por ciento de las exportaciones helvéticas. Además de la proximidad geográfica, se comparte un mismo idioma y hay muchas similitudes culturales. «El sur de Alemania muchas veces se siente más identificado con Suiza que con Alemania del norte», afirmó Claus Hipp, quien ha vivido la mayor parte de su vida en Baviera.