«MERCOSUR abarca amplio territorio fértil, productivo, biodiverso»

Entrevista al Embajador Guilherme de Aguiar Patriota por Luis Vélez Serrano de PuntoLatino.ch || Guilherme de Aguiar Patriota es Embajador Representante Permanente de Brasil ante la OMC y otras Organizaciones Económicas en Ginebra.

Guilherme de Aguiar Patriota es diplomático de carrera desde 1983. Fue Representante Permanente Suplente de Brasil ante las Naciones Unidas en Nueva York y posteriormente en Ginebra, así como Representante Especial ante la Conferencia de Desarme. Negoció la Agenda 2030 y los ODS para Brasil, así como la Agenda para el Desarrollo de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual; el Acuerdo sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y, recientemente, presidió la Conferencia Diplomática de la OMPI que adoptó un Acuerdo sobre Propiedad Intelectual, Recursos Genéticos y Conocimientos Tradicionales Asociados. También presidió el grupo de expertos de las Naciones Unidas sobre ciberseguridad y sobre la prevención de una carrera armamentística en el espacio ultraterrestre. Prestó servicios en las Misiones Permanentes de Brasil ante la OEA y la ALADI, en la Embajada de Brasil en Nueva Zelanda y en los Consulados Generales de Brasil en Bombay y Tokio. Estudió Ciencias Biológicas en la Universidad Federal de Río de Janeiro y en la Universidad de Brasilia.

— ¿Qué perspectivas ve Usted en las negociaciones MERCOSUR-EFTA?

— Las perspectivas en las negociaciones entre MERCOSUR y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) son las más positivas. MERCOSUR abarca amplio territorio fértil, productivo, biodiverso. Es una región económica con elevado potencial de crecimiento. La EFTA fortalece nuestros lazos con Europa, tiene capacidad industrial, financiera, científica y tecnológica en áreas clave.

En un contexto global marcado por el aumento del proteccionismo en las economías centrales, la fragmentación regulatoria e insuficiente compromiso político en pro de las negociaciones comerciales multilaterales, la conclusión de un acuerdo de libre comercio amplio entre el MERCOSUR y la EFTA sería un hecho alentador.

En una reunión realizada en febrero de este año en Ginebra con representantes de los comités parlamentarios y consultivos de la EFTA, la Asociación reafirmó su interés en retomar las negociaciones, con el reto de concluirlas lo antes posible.

La EFTA indicó su interés en acelerar negociaciones con MERCOSUR de manera independiente de las que se están llevando a cabo con la Unión Europea (UE), debido a que ambos procesos tienen tiempos y complejidades distintas.

Cumple subrayar que la mayor parte de las negociaciones con la EFTA se concluyeran en agosto de 2019, quedando pendientes ajustes en temas específicos para finalizar el acuerdo.

Sin embargo, adiciones recientes de la EFTA en relación con reglas de origen y medio ambiente podrían retrasar las negociaciones, ya que han introducido elementos no considerados anteriormente.

Una demanda por nuevos compromisos de MERCOSUR exigiría que la EFTA ampliara el acceso a su mercado, especialmente en productos agrícolas.

Para que el proceso avance, ambas las partes deben reconocer que las ganancias derivadas de la complementariedad económica entre los dos bloques implican respetar las sensibilidades mutuas y reconocer que los esfuerzos para abordar temas globales como el cambio climático no deben ser utilizados como pretexto para un proteccionismo encubierto.

— ¿Qué ventajas y/o desventajas se avizoran en el sector agrícola?

La reducción del perfil arancelario agrícola en la EFTA no solo beneficiaría a los productores eficientes y competitivos de MERCOSUR, sino también a los consumidores europeos.

Muchos de los productos agrícolas que el MERCOSUR exporta son importados por la EFTA desde otros países, aunque en el MERCOSUR seamos más eficaces, ambientalmente sostenibles y de baja utilización de subsidios causadores de distorsiones al comercio, por lo que se espera que el impacto del acuerdo sea positivo para ambas las partes.

Un acuerdo requiere equilibrios específicos. Somos competitivos en granos, carnes y vinos, pero también tenemos capacidad industrial en múltiples sectores, y amplios mercados en áreas importantes como telecomunicaciones, finanzas, energía renovable etc. Por esta razón, las ofertas y demandas han sido cuidadosamente consideradas en negociaciones para que el resultado sea beneficioso para ambos bloques y permita el desarrollo económico compartido.

— ¿El acuerdo podría convenir o no a la sostenibilidad en MERCOSUR y en AELC?

— La sostenibilidad es un aspecto crucial en las negociaciones, y debe ser abordada considerando sus pilares económico, social y ambiental, conforme con la Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenibles (SDGs). Brasil y los demás países de MERCOSUR están comprometidos con la causa ambiental, y no ven inconvenientes en asumir compromisos de esta naturaleza en un acuerdo comercial, siempre que se consideren todas las dimensiones de la sostenibilidad.

Es esencial que se respeten los principios medioambientales ya acordados internacionalmente, como las «responsabilidades comunes pero diferenciadas en función de las capacidades respectivas», y se evite que el tema medioambiental sea utilizado como excusa para el proteccionismo y unilateralismo.

Consideradas las credenciales del bloque sudamericano en la materia, sus prácticas y políticas de inclusión social con respecto y protección de los vastos biomas originales de nuestra rica región, no veo obstáculos para debatir y encontrar soluciones satisfactorias también con relación a aspectos de sostenibilidad en un acuerdo MERCOSUR-EFTA.

— ¡Gracias Embajador de Aguiar Patriota!

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