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Acercar la historia reciente de Colombia a las nuevas generaciones, la tarea de la serie «Sabogal»

Entrevista a Hollman Morris y Juan Lozano, productor y director de la animación «Sabogal», por Juan Fernando Palacio redactor de ©PuntoLatino

1° de marzo de 2015. En el marco del Festival de Cine y Foro Internacional de Derechos Humanos de Ginebra (FIFDH), se presentó en Suiza la «première» internacional de la animación colombiana «Sabogal», una serie de televisión de 13 capítulos que relata la historia reciente de violencia en Colombia a través de la vida de un abogado defensor de derechos humanos.

La animación se presentó en el festival en categoría fuera de concurso como un largometraje especialmente editado y preparado para la ocasión.

Actualmente «Sabogal» se está emitiendo en Colombia a través del Canal Capital, un canal público de televisión adscrito a la alcaldía de Bogotá. El equipo de producción de «Sabogal» estuvo presente en Ginebra para el debate público posterior a la «première» de su trabajo.

El productor y el primer director de «Sabogal» le concedieron una entrevista a PuntoLatino. Son el periodista colombiano Hollman Morris, quien ha sido director del Canal Capital y es hoy candidato a la alcaldía de Bogotá por el movimiento Progresistas, y el creador suizo-colombiano Juan Lozano. Los dos le hablaron a PuntoLatino sobre «Sabogal», y Hollman Morris habló de su visión de Colombia y de Bogotá en su calidad de candidato a la alcaldía de esta ciudad.

 

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Fotograma de la animación «Sabogal»

 

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Juan José Lozano dirigiéndose al público en el Festival FIFDH, Ginebra 28.03.2015.

 

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Hollman Morris dirigiéndose al público en el Festival FIFDH, Ginebra 28.03.2015.

 

 

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Juan Fernando Palacio de ©PuntoLatino entrevistando a Juan José Lozano y a Hollman Morris en Ginebra

 

— PuntoLatino: ¿Qué le aporta la animación «Sabogal» a Colombia?

— Juan Lozano: «Sabogal» es un ejercicio de acercar al público joven a la historia reciente del país. Nosotros, que hemos trabajado sobre todo con documentales, nos hemos dado cuenta que muchas veces este género se queda en un público muy limitado y en unos círculos muy cerrados. Así «Sabogal» no sólo busca recuperar memoria, documentos, archivos audiovisuales que no han sido suficientemente vistos, sino también conectar al público joven con la historia nacional.

 


— PuntoLatino: ¿Por qué consideran importante que la televisión pública financie este tipo de proyectos?

— Hollman Morris: La televisión pública en Colombia está llamada a jugar un papel importante de cara a los acuerdos de paz, de cara a la reconciliación de los colombianos. Yo visualizo una televisión pública que hace memoria, que hace promoción y defensa de una cultura en derechos humanos y una cultura de paz. La televisión comercial ve clientes. La televisión pública ve a ciudadanos. En Colombia hace falta todo un trabajo de recuperación de la memoria, y yo creo que la televisión pública es la gran ministra de educación que nos puede devolver la memoria.

 

— PuntoLatino: Se ha dicho que estamos en una nueva dorada de la televisión, en especial por la calidad de las series recientes en los Estados Unidos, y críticos han afirmado que una de las razones detrás del éxito de estas producciones ha sido la complejidad y la ambigüedad de sus personajes. Es un logro interesante que a Fernando «Sabogal», el héroe de la serie colombiana, se le permita tener una vida emocional compleja y ambigua. Pero en cuanto al pensamiento político, «Sabogal» parece tener unas ideas mucho más claras. ¿Existe en la serie un auto-cuestionamiento de «Sabogal» sobre la validez de sus ideas políticas?

— Juan Lozano: Un serie de televisión permite que tú desarrolles tus personajes en profundidad. Permite tener el tiempo para desarrollar sub-tramas, para que los sentimientos y conflictos que tengas sean más complejos y se declinen de diferentes maneras. Con «Sabogal» queríamos un personaje que, de entrada, no fuera un personaje simpático, ni bonito, ni el héroe ideal. Queríamos un personaje con matices, con aristas. Que cuando uno adhiere a sus principios es porque es alguien que está comprometido fundamentalmente con la vida, a pesar de que le resulte antipático, a pesar de su machismo o de que su trabajo prime por encima de todo lo demás. No diré cómo termina la serie pero puedo adelantar que termina en un momento muy interesante para él, como persona que se cuestiona sobre su papel en el mundo. Solo, tendría que arrancar de ceros, si hay una segunda temporada de la serie.

— Hollman Morris: Es cierto que hay una época dorada de la televisión, pero en los Estados Unidos. Hay una explosión de nuevos formatos de televisión, y el consumo de las nuevas series se da altamente por Internet y a través de tabletas. Muchas de esas series son hechas ya para el Internet. El mundo ya no consume tanto a la manera de sentarse a ver televisión sino ‘llevando’ la televisión en equipos portátiles.

Pero ese boom de la televisión no es el boom de la televisión en Colombia. Nuestro país tiene más de 40 millones de habitantes y sólo tiene dos canales privados de televisión, y con una televisión pública que, en el nuevo plan de desarrollo, está llamada a desaparecer, cosa que me parece verdaderamente preocupante. Pero Canal Capital quiere marcar la diferencia, y quiere llevar la iniciativa.

Las grandes series de televisión hechas en Colombia hoy lamentablemente son series que visibilizan a los victimarios. Yo creo que ha llegado la hora de hacer una televisión que dé visibilidad a las víctimas.

 

15pl3 lozano morris521— PuntoLatino: En la adaptación de «Sabogal» como largometraje que vimos en el día de ayer en el FIFDH, el tema principal es la lucha de Fernando Sabogal por esclarecer la verdad sobre crímenes cuya responsabilidad última recaería sobre grupos paramilitares y sobre el Estado, pero no se le daba igual espacio a relatar la otra cara de la historia del país, en concreto la violencia ocasionada por agrupaciones guerrilleras. ¿Es sólo un efecto de la adaptación de la serie a largometraje? ¿Consigue la animación «Sabogal» salvarse de que un segmento de la población la juzgue de sesgada por no mostrar las víctimas de las otras fuentes de violencia?

— Juan Lozano: Fue puro azar, realmente. Lo que vimos en el festival es un resumen de los 13 capítulos. El ritmo de cada uno de los episodios es mucho más pausado. Es muy grande la cantidad de archivos históricos que hay en cada uno de ellos, y conforman alrededor de una tercera parte de cada episodio. Allí la televisión es omnipresente, la vemos por ejemplo en la cafetería donde Carreño desayuna, en las oficinas, en las casas. Estamos viendo todo el tiempo que hay un clima de guerra, de zozobra. El atentado al Club el Nogal, del cual se responsabiliza a las FARC, por ejemplo, está presente en la serie y nos ocupa varios capítulos.

— Holmann Morris: Yo veo en «Sabogal» una serie que plasma una realidad colombiana donde hace rato todos –todos– los actores armados son victimarios. Es una guerra tan prolongada que solamente daña el corazón de los guerreros, llámense paramilitares, guerrilleros o ejército.

 

— PuntoLatino: Es de gran valor que se realice esta tarea de darle visibilidad a las víctimas. Sin embargo, el escritor español Javier Cercas (0:00 – 7:06), quien estuvo recientemente de visita en Colombia, advertía sobre los riesgos de la «sacralización de las víctimas», esta tendencia a convertir a las víctimas en héroes. Cercas afirmó que una víctima merece toda nuestra consideración, solidaridad y todo nuestro apoyo, pero que no la podíamos confundir con un héroe. Como ejemplo, dijo «un héroe es un tipo capaz de decir no cuando todo el mundo dice sí, pero una víctima es una víctima.» ¿Qué decir con respecto al equilibrio que hay que tener entre visibilizar a las víctimas, dándoles el reconocimiento y el apoyo que necesitan, pero sin subirlos a un pedestal de heroísmo que no les corresponde?

— Hollman Morris: Creo que en Latinoamérica nos falta mucho para construir relatos donde las víctimas son convertidas en héroes. Estamos todavía demasiado lejos. Como ejemplo pensemos en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Mientras el mundo se mueve por el asesinato de los caricaturistas de Charlie Hebdo, al otro lado del hemisferio no nos movilizamos de la misma manera, ni tenemos la misma capacidad de asombro, ni de resistencia, ni de indignación por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, y que son 43 dentro de una gran lista de desaparecidos en México y en América Latina. Nos falta mucho para llegar a un relato de heroísmo de las víctimas.

Por otro lado, creo que América Latina ha construido unos relatos de las víctimas desde el punto de vista de la tristeza y la lástima, relatos cargados de lágrimas. Nunca es vista la víctima como un hombre o como una mujer que, a pesar de que tenga una herida en el corazón, puede ser también un promotor de sueños, de resistencia, y como alguien que también tiene un proyecto de nación. Nos quedamos en el lugar común de la lágrima y del relato melancólico.

 

 

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Entrevistados y entrevistador en animada discusión

 

Hollman Morris habla de la situación de colombia y de su candidatura a la alcaldía de Bogotá

 

— PuntoLatino: ¿Qué diagnóstico hace usted de Colombia luego de cuatro años y medio del gobierno del presidente Juan Manuel Santos?

— Hollman Morris: Hay un propósito nacional que se trazó el presidente Santos, que es el sueño de la paz. Desde ese punto de vista me parece que hemos avanzado como nunca antes en Colombia. Pongo como ejemplo el hecho de que hoy militares activos de alta graduación estén conversando en La Habana con guerrilleros. Me parece que esto apunta directamente a la reconciliación de los Colombianos.

Ahora bien, hay otros temas, independientes de la agenda de paz, donde yo no veo grandes cambios. El modelo económico sigue siendo el mismo. Colombia se precia de ser un país rico pero sigue existiendo inequidad. Colombia sigue siendo el país más inequitativo de América Latina después de Haití. Eso me sigue preocupando. Además, la agenda de extracción minera se mantiene, y con un precio del petróleo que baja y que indiscutiblemente va a afectar todos los proyectos de desarrollo del país.

 

– PuntoLatino: Ayer, en el debate posterior a la «première» de «Sabogal», usted decía: «Una cosa es firmar la paz y otra cosa es construir la paz». ¿Nos podría desarrollar esa idea? ¿Qué tareas imagina necesarias para la construcción de la paz en una fase del postconflicto?

— Hollman Morris: En primer lugar, la percepción que tengo del proceso de paz hasta el momento –y es una percepción que comparten millones de colombianos– es que es un acuerdo de una élite guerrillera con una élite de poder, pero que todavía ese proceso no enamora de los pies a la cabeza. El proceso de paz tiene que enamorar a los colombianos.
En segundo lugar, uno firma un acuerdo de paz para que las cosas cambien, no para que nada cambie. Pero ese cambiar de las cosas pasa por un enamoramiento de la sociedad civil, de todos los sectores de la sociedad colombiana, para que a partir de la firma iniciemos lo que yo denomino una revolución pacífica de la paz. Esta es la que nos tiene que llevar a las grandes transformaciones de fondo del país, a acabar la inequidad en Colombia, a dirigirnos hacia una sociedad menos segregada, menos clasista, apuntar hacia la redistribución de la tierra. Estas son las reformas que ha estado pidiendo históricamente el país, pero que no van a ser posibles solamente con un acuerdo de élites.

 

— PuntoLatino: ¿Y cuál es su diagnóstico de la ciudad de Bogotá al cierre del gobierno del alcalde Gustavo Petro?

— Hollman Morris: Tengo que decir que el proyecto de gobierno de la Bogotá Humana es para mí el más revolucionario que haya visto en 46 años de vida en Colombia. Es un proyecto que se emplea a fondo en romper la segregación. Creo que es intolerable que en una ciudad de 8 millones de habitantes como lo es Bogotá sigamos hablando de ‘estratos sociales’, por ejemplo.

Hablemos de los logros. Podemos decir con orgullo que hoy no se mueren niños de hambre en Bogotá. Bogotá es una ciudad que acoge el mandato de Naciones Unidas del derecho al mínimo vital de agua y que lo aplica a los estratos más populares de la ciudad.

 

— PuntoLatino: ¿Existen áreas de gestión de la ciudad en donde le habría gustado ver más resultados?

— Hollman Morris: Sí. Pienso que no es honesto con la gente que uno siempre diga ‘somos perfectos’, ‘cumplimos todas las metas’. No. Hubo dificultades. Pero yo simplemente pido que en el relato de la Bogotá Humana de estos últimos cuatro años la gente tenga presente que nunca se nos dio una pausa. Recibimos una ciudad completamente destruida. El tsunami de la corrupción había acabado con Bogotá; las principales obras de la ciudad estaban paralizadas. Yo siempre invito a hacer este ejercicio: cuando pasa un tsunami a lo primero que tú llamas es a los médicos, a los hospitales. A nosotros a lo primero que nos llamaron era a que llegaran gerentes. Nosotros teníamos que recomponer las finanzas de Bogotá y teníamos que detectar dónde estaban los hilos de la corrupción. Era una tarea de detectar, como médicos, y de sacar adelante las principales obras. Pero, ¿qué es lo que hicieron algunos opinadores? Inmediatamente, incluso antes de posesionarnos, lo que hicieron fue decir «Bogotá va para el caos». Eso no es justo, ni es serio en el relato.

En mi experiencia personal, a mí me tocaba en Canal Capital –que es de las entidades más pequeñas del distrito– levantar el canal, que sirviera, pero también me tocaba levantar la moral del funcionario público, que había sido totalmente devastada por la corrupción de los Samuel Moreno.

Estamos en deuda, por ejemplo, con los temas de la movilidad y de la seguridad, que son los dos factores más sensibles de la ciudad de Bogotá. El tema de la movilidad es un tema estructural de la ciudad. Yo creo que la implementación del Sistema Integrado de Transporte hubiera sido mucho más fácil si hubiéramos contado con un elemento pedagógico por parte de algunos medios de comunicación. En lugar de hacerlo, inmediatamente llegaba la crítica destructiva. Y para que, al final del día, aceptaran que sí teníamos razón sobre el sistema de transporte, que sí teníamos razón sobre el carril preferencial para el sistema integrado en la carrera séptima, etc. Siempre anteponían una mala crítica ante todo.

Quizás uno hubiera esperado funcionarios de la administración más decididos, más audaces, para sacar adelante proyectos importantes de manera acelerada.

 

— PuntoLatino: Usted pertenece al movimiento Progresistas y está representándolo en esta candidatura a la alcaldía de Bogotá. Pero, al mismo tiempo, usted tiene su propio estilo personal. ¿En qué considera que se podría materializar ese estilo personal suyo en la eventualidad en la que se convirtiera en el nuevo alcalde de Bogotá?

— Hollman Morris: Yo no vengo del mundo de la política. Yo no sé hacer política tradicional, es decir, con maquinarias, con tamales, con lechonas. La táctica que yo empleo es la que he empleado toda mi vida como periodista: en las calles, en los territorios, escuchando a la gente, y después, con la gente, construyendo. Nosotros queremos hacer todo un programa de gobierno escuchando a la gente de manera horizontal. En la calle, escuchando, preguntando, corrigiendo. Al final, proponemos y decimos si podemos.

Ese sería mi estilo, un estilo más tranquilo, pero siempre de concertación por las cosas fundamentales de Bogotá.

 

PuntoLatino: ¿Cree que es viable una administración de Bogotá en la que ciertos sectores se sientan más incluidos y, por ende, más solidarios y participativos con el proyecto de ciudad que se les proponga?

— Hollman Morris: Sí. Nosotros los bogotanos tenemos que reconciliarnos. Por ejemplo, el empresariado bogotano es una pieza fundamental para sacar a Bogotá adelante. Yo creo en la concertación con el empresariado bogotano y creo en la concertación entre este y los líderes sociales y barriales de la ciudad. Ese es un diálogo que tenemos que hacer en Bogotá, proponiéndonos como premisa el sacar adelante la movilidad y la seguridad. Hay que sacar adelante una Bogotá que supere la segregación, que se interese por el medio ambiente, que se interese por los cerros orientales. Esas son algunas de las grandes tareas.

 

 

MODELOS EN AMÉRICA LATINA

—PuntoLatino: Hoy, ¿qué personalidades políticas lo inspiran en el América Latina?

— Hollman Morris: A nivel latinoamericano indiscutiblemente Pepe Mujica. Mujica se ha convertido en un referente importante para los jóvenes, para los que estamos incursionando en una nueva forma de ver el mundo. Pepe Mujica nos aleja de esa discusión superflua –y lo digo con mucho respeto– de si nosotros queremos en nuestros gobiernos a gerentes o a humanistas. Mujica demostró que era un excelente humanista, ante todo, y después un buen gerente; no al contrario. Es un líder que nos está ayudando a poner los acentos en el humanismo, no en el ‘cuánto tienes, cuánto vales’. Él es hoy un referente para una izquierda moderna en el mundo.

Otro referente latinoamericano importante es Rafael Correa, un ejemplo de hombres progresistas pero que ejecutan. Y hay otros procesos interesantes en la región, que me han marcado, como el movimiento zapatista, las reflexiones del subcomandante Marcos sobre América Latina, sobre un mundo más humano.

 


— PuntoLatino: ¿Qué opinión le merecen las gestiones de Dilma Rousseff en Brasil y de Michelle Bachelet en Chile?

— Hollman Morris: En Dilma también tenemos otro referente que rompe ese esquema que nos quieren imponer en Colombia según el cual sólo se necesitan gerentes. Yo lo respeto, pero creo que lo que se necesita es liderazgo, otro tipo de liderazgo. Brasil sigue rompiendo la barrera de la segregación y de la inequidad. Michelle Bachelet es otro referente, quien se da cuenta de lo importante de la reforma de la educación, en apoyo siempre de la educación pública.

 


— PuntoLatino: ¿Y quienes lo inspiran a nivel nacional?

— Hollman Morris: El país que vemos que no cambia, que no se mueve, donde no hay liderazgos políticos, que se quedó anquilosado en una vieja clase política que no inspira, inmóvil: Colombia. No ves fenómenos políticos interesantes; ves un proceso de paz interesante pero no ves que eso esté impregnando a los colombianos. No hay nuevos liderazgos.

 

— PuntoLatino: ¿Y a nivel internacional?

— Hollman Morris: Por ejemplo, Europa hoy tiene dos referentes muy importantes: lo que acaba de suceder en Grecia con SYRIZA y, obviamente, lo que está pasando con Podemos en España, y esto cada día va a tomar más fuerza en Iberoamérica.

 

— PuntoLatino: Para terminar, en términos de administración de ciudad, ¿cuáles son las referencias, tanto históricas como contemporáneas, que le sirven de modelo para pensar su proyecto de ciudad para Bogotá?

— Hollman Morris: El referente de Ecuador es muy importante y muy cercano a nosotros. Nosotros siempre tan despectivos con los ecuatorianos. El colombiano siempre ha mirado ‘por encima del hombro’ al boliviano, peruano, al ecuatoriano. Siempre nos hemos creído ‘de mejor familia’. Eso, lamentablemente, por la falta de mundo que tenemos los colombianos, por mirarnos al ombligo siempre. Ecuador nos está dando importantes lecciones de administración pública, de infraestructura, de gestión. Quito está próxima a inaugurar su primera línea de metro. Correa hizo toda una revolución en la infraestructura de carreteras. Y creo que en el «buen vivir», que es el modelo de gobierno que tienen los ecuatorianos, se puede inspirar la construcción de un nuevo modelo de ciudad en Bogotá.

 

— PuntoLatino: ¿Quisiera agregar un último mensaje para nuestros lectores?

— Hollman Morris: Quisiera terminar con lo siguiente: Así como hay una globalización del mercado, de ese mundo en el que solo vales por lo que tienes, el caso griego, el caso de Podemos en España, el caso de Mujica en Uruguay muestran que también explota una Internacional de la Esperanza. Yo creo que en Colombia estamos en mora de que haya explosiones de la esperanza también.

 

Ginebra, 1° de marzo 2015.

 


 

 

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