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Reas: Un musical carcelario y lleno de mensaje

— Nota sobre la película «Reas» de Lola Arias (Argentina), [*] Nyon (Festival Visions du réel) 12.04.2024. Por Luis Vélez Serrano de ©PuntoLatino

Cómo se gestó el proyecto

Es de imaginar que no hay reo que no sueñe con recuperar su libertad. La idea inicial de Lola Arias para su filme „Reas“ fue, según lo cuenta ella misma, filmar la vida carcelaria de las reas en el penal de Ezeiza (Buenos Aires). Luego se dio un cambio fundamental y la película se rodó en una cárcel desafectada de Caceros, ya reducida al uso de locación de rodajes:

En 2019, decidí hacer un taller de cine y teatro dentro de la prisión. Cantaron, bailaron y realizaron improvisaciones basadas en sus vidas para explorar cómo transformar estas historias reales en un guión. Al principio, quería hacer la película en la cárcel mientras cumplían sus condenas. Pero entonces llegó la pandemia, y ya nadie podía entrar en la cárcel (ni visitas familiares, ni actividades artísticas, nada). Entonces, empecé a pensar en filmar en la ex Cárcel de Caseros con gente recién liberada. La decisión de filmar fuera de la cárcel con gente que ya había cumplido su condena fue fundamental porque me permitió reconstruir ese mundo a través de los recuerdos de las protagonistas, tomando distancia de su realidad cotidiana.

 

Cómo convergen realidad y ficción

Como hemos visto ya no se trata de presas, si no de ex-reas que recrean su vida carcelaria, reviven recuerdos y no solo reinterpretan sus propios personajes, sino interpretan los roles de sus antiguas carceleras: jefas, celadoras, guardianas, etc.

Las ex-reas son ahora actrices, pero lo curioso es que cuando ellas eran reas también eran actrices, ya que tenían una banda de rock, bailaban, había fútbol, practicaban box, tenían clases (cursos), etc. El público era la población carcelaria.

Las reas, cuando eran reas en la realidad y su hogar era la cárcel, no sólo añoraban la libertad (una incluso, cuando le preguntaban cuál era su sueño más grande, respondía «ser millonaria»), pues vivían un atmósfera, por así decir, anticipatoria de su deseada libertad ya que la música, el baile, el deporte, son elementos liberadores que ayudan a vivir sueños, a sobrellevar pesadillas y ellas vivían esos elementos y lo hacían con intensidad. En creación y recreación, es donde se funde realidad documental y ficción.

«Universo» carcelario en América Latina, pero esta vez musical

Castigo y estigma es lo primero que uno se imagina cuando se habla de reos o reas en penales latinoamericanos. El espectador, podría preguntarse si se trata de un documental de injusticias, estigmas, criminalidad y corrupción propias de la vida carcelaria argentina o de cualquier país latinoamericano. Además, las reas están recluidas por distintos delitos, las hay argentinas y «extranjeras», y también sufren la falta de normas legales que les permita redimirse o aligerar sus penas por buen comportamiento.

Pero no es lo que se espera cuando nos dicen que se trata de una película sobre la vida carcelaria en Argentina y cuando vemos el título de la misma. El espectador en cuestión queda sorprendido ya que se trata de un filme musical (toda la crítica lo clasifica como «musical»), y no sólo por los talleres de música, baile, artes, etc.); sino es que las reas cuentan sus sueños bailando y cantando, la narración en esta película es en lenguaje musical. Así vemos a dos presas en afrontamiento, en son de pelea, que terminan danzando. Los temas musicales se suceden: cumbias, pop, rocks, corridos … y no faltó una peruana que enloquece a sus compañeras haciéndoles bailar una marinera: ¡todas alborozadas con pañuelos!

 

Trama: nos explican cómo llegaron a la cárcel

Varias actrices, nacionales e inmigrantes, que son cisgénero y transgénero, se reúnen en esta cinta, para explicar al público cómo llegaron a esta situación en la que están privadas de libertad.

Cuando te dicen que la película narra de la vida de reclusas en un penitenciario y además el título de la película es «REAS», tu, espectador, esperas un final que puede ser la recuperación de la libertad, o un final sin éxito, sin libertad recuperada. El horizonte narrativo es la monótona vida carceral. En todas las narraciones hay elementos desencadenantes que estructuran la trama; aquí, esa monotonía también es rota, por un elemento desencadenante a saber: la llegada de un mujer de 26 años que estuvo cuatro años y medio en la cárcel de Ezeiza por tráfico de drogas, poco importa si le cambiaron maleta como ella dice o estaba realmente traficando estupefacientes.

 

Ni castigo, ni estigma. Cantar y bailar

Así pues, en lugar de castigo y estigma, se pone de relieve un intento de readaptación social. En las cárceles latinoamericanas hay vendettas, odios, luchas y crímenes entre bandas en su lucha por el poder dentro del penal y también por los negocios ilegales dentro de los recintos carcelarios: drogas, prostitución, alquiler de celdas, venta de bebidas alcohólicas, etc. Pero aquí el ambiente es otro y demás opuesto: la música, el baile, los cursos y talleres, etc., crean una atmósfera positiva y de fuerte solidaridad entre la población carcelaria. El arte les hace sentir amor por la vida y les transmite tolerancia, deseo de paz, las hace empáticas entre sí.

 

Heroína y personajes

Como ya mencionamos antes, los personajes son ex-reas que reproducen su vida carcelaria: mujeres cisgénero o transexuales. Como también lo vimos, la heroína de la historia es aquella que rompe la monotonía de la vida carceral con su llegada al penal: Yoseli Arias (26) que estuvo en la cárcel de Ezeiza durante cuatro años y medio acusado de tráfico de drogas. El segundo personaje en importancia, en este relato, es Nacho, una mujer transexual que viste y luce como hombre y organiza la banda de rock en la cárcel junto a otra mujer apasionada por la música.

En este  el musical los personajes son ex-reas que recrean su vida carceral reviviendo sus recuerdos. En la prisión liberaban sus sueños y fantasías gracias a la música, ahora liberan el trauma de sus recuerdos gracias a la recreación, a la reinterpretación. Realidad y ficción unidas por la causa.

¡Una cárcel liberadora!

Reas tanto en la parte real de la vida carceral, así como en la parte fictiva de la recreación, combina como dijimos antes, música, baile, deporte, cursos y hasta tatuajes corporales. A pesar de ser una cárcel, hay humor, buen humor, risas, amistad, deseos, solidaridad y empatía entre ellas. La violencia está ausente, como vimos antes, un amago de pelea entre dos mujeres, se convierte en baile.

Así como el arte no puede faltar en la sociedad, en la familia, en la formación escolar, tampoco debe hacerlo en las cárceles. El arte fomenta el amor por la paz y el amor por la vida. Este filme pareciera transmitir ese mensaje.

En todo caso nos gustó mucho la película. Te esperas algo sobre las sórdidas cárceles latinoamericanas y te encuentras que aún en esos ambientes puedes encontrar mensajes positivos.

[*] Ficha Técnica

Lola Arias
Argentina, Suiza, Alemania | 2024 | 83 min | Estreno en Suiza |
Lengua : español | Sous-titres : anglais, français
Fotografía: Martín Benchimol
Sonido: María Elisa (Meui) Canobra, Victoria Franzan
Montaje: Ana RemónJosé Goyeneche
Música: Ulises Conti
Producción: Gema Juárez Allen, Gema Films; Vadim Jendreyko, Mira Film; Ingmar Trost, Sutor Kolonko.

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