| BLACK MOVIE FESTIVAL 2021 |

Cuando la locura te aporta compañía

— A propósito de «El Otro» de Francisco Bermejo, por Luis Vélez Serrano de ©PuntoLatino, 31 de enero 2021.

«Por primera vez, un jurado formado por fieles voluntarios del festival concedió un premio honorífico a un filme. Fue concedido a la película El otro, del chileno Francisco Bermejo. El jurado distinguió «una gran película, tanto más pertinente en estos tiempos de pandemia mundial en los que todo el mundo ha tenido que experimentar nuevas formas de aislamiento. Una obra conmovedora, por tanto, y eminentemente contemporánea». (Black Movie) 

 

El Festval Black Movie, como muchos otros festivales, se desarrolló en forma virtual debido a la pandemia. Los espectadores vimos aislados en cuarentena esta película, que a su vez, es la historia de un anciano que se aísla voluntariamente. Es decir, espectadores confinados, presenciamos la historia de un confinado voluntario.

Yo y mi otro yo
Al comienzo, el espectador tiene la impresión de estar frente a dos ancianos que hacen juntos una vida ermitaña. Luego asómase la sospecha: no son dos, es el mismo personaje «desdoblado». Finalmente, en cierto momento y con los diálogos de por medio, viene la certeza: el «otro» está en la imaginación de «él», es decir, el otro es el mismo.

La soledad es mala consejera
El protagonista tiene una relación antagónica, en cierta manera, con su doble. Así, el viejo Oscar, termina echando a su otro yo, sin embargo, pasado un tiempo, lo vuelve a llamar porque sufrir la soledad, que al parecer, es peor que mal convivir con otro.

Documental que parece ficción
Ahora bien ¿estamos frente a una película de ficción? No, ¡es un documental!
Resulta que, cierta vez, el director al ir a bucear, se encontró con un anciano que hace 45 años vivía «autoaislado», es decir, confinado en una casucha cercana al mar, su nombre Oscar en la película, es también en la vida real: es Oscar Garrido. El director Bermejo lo siguió con su anuencia, durante siete años. El lugar exacto, el director no lo revela por preservar la privacidad de su actor, pero se insinúa que se trata de un acantilado rocoso no lejos de Valparaíso. El aspecto físico de Oscar delataría unos 70, pero su actividad física: nadar, bucear, pescar, cazar, cocinar, lavar, etc., es de unos +60, es rudo y para su edad, en buen estado de salud. Él no se limita a la actividad física: lee y reflexiona, piensa en voz ata y es ahí donde el espectador se rinde a la evidencia: el otro es él mismo.

Sombras, reflejos y espejos
Nicolás Novillo en «Caligari» (medio argentino) dice después de citar a Borges: «Si una persona, por ejemplo, estuviese visitando la obra de Borges por aquellos días en los que viese el film de Bermejo podría detenerse a pensar particularmente la manera con la que el director filma las sombras, los reflejos y los espejos en la película». Pues «por culpa» de Novillo, volví a ver el filme y es asombroso encontrarle significados a las sombras, posibles reflejos así sea verbales y a los espejos así sean éstos imaginados. Y, comprendo mejor, cuando también gracias al mismo analista, me entero que el director es también fotógrafo profesional.

Soledad vs Otredad
La trama en mi opinión: la soledad implica la otredad, la necesidad de compañía es consubstancial al humano. El ser humano necesita un otro, y paradójicamente, el otro puede ser el mismo, es decir, la locura proporciona la compañía faltante.

La película tiene poesía: un cierto elogio de la vejez. Tiene una filosofía de la soledad y del auto confinamiento. Tiene literatura: la inspiración de «Moby Dick» (después de una tormenta, los restos de una ballena aparecen en la playa, ver foto 2 ↓) y, cómo no, tiene también psicología: la locura, el desvarío. ¡Merecida la distinción!

Ficha técnica:
Director: Francisco Bermejo Justiniano (CHILE, 2020), 75’

Productora: Juntos Films, Moisés Sepúlveda
Burning Lights International Competition, Mejor Largometraje, Festival Visions du Réel

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